El conflicto armado en Petare comenzó hace dos semanas cuando un sujeto apodado «El Gusano» salió de prisión y se dirigió al barrio José Félix Ribas, donde controlaba dos zonas antes de caer preso. Pero, ahora todo el sector está en manos de Wilexis Alexander Acevedo, mejor conocido como «El Wilexis».
El control de Wilexis sobre José Félix Ribas inició en 2018. Un año después ya estaba en los titulares tras haberse enfrentado en la noche del 23 de enero funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), que tenían la orden de ir por él. El enfrentamiento duró unas horas y varios integrantes de su banda murieron. Desde entonces dejó de ser el «Robin Hood Petareño» para convertirse en una molestia, tanto para las autoridades como para la comunidad.
En el barrio era muy querido y terminó siendo apoyado por todo José Félix Ribas. Los índices delictivos en el sector se redujeron a cero, porque tenía poca tolerancia si una persona de la comunidad era víctima de la delincuencia. Algo irónico.
Todo cambió cuando no estuvo de acuerdo en meterse en acciones políticas, evitando protestas en el sector, lo que causó que le retiraran el respaldo. ¿Quién lo apoyaba? Hay puros rumores y nada certero. Desde ese momento su forma de llevar sector cambió y obligó a las personas a protestar para evitar operativos policiales en la zona. Durante dos semanas protestaron todos los días bajo la consigna: «El FAES nos roba, el hampa nos cuida».
Todo parecía estar controlado y se pensaba que José Felix Ribas iba a pasar a ser una Zona de Paz, pero no fue así. A Wilexis se le «voltearon» cuatro integrantes de la banda y los mató. Luego, en otro enfrentamiento, murió un conductor de autobús, querido en la comunidad, por una bala pérdida. Los habitantes ya se sentían amenazados por el líder alguna vez querido y él comenzó a instaurar miedo amenazando a todos los que no lo apoyaran. En ese momento apareció «El Gusano».
Poco se sabe de este sujeto que llega a la historia para traer el «equilibrio» a José Félix Ribas. Solo se tiene conocimiento, de manera extraoficial, que estuvo preso en Tocorón por homicidio y fue puesto en libertad con la condición de que regresara a Petare a retomar el control del sector y quitárselo a Wilexis.
«El Gusano» se habría aliado con bandas de sectores de Petare como los del 5 de Julio, 24 de Julio, La Parrilla, Guaicaipuro y Zona 10, lo que dio inicio a una guerra entre bandas que mantiene en zozobra a habitantes de Petare y de zonas aledañas por la lluvia de balas perdidas.
Durante cinco días continuos se han registrado fuertes enfrentamientos con armas de alto calibre y granadas. El intercambio de disparos ocurre de montaña a montaña, y no de frente a frente. Por esta razón, no se han contabilizado muertos en el enfrentamiento. Las balas perdidas han afectado viviendas del sector y de La Urbina, La California y Palo Verde. Habitantes de Petare han resultado heridos de bala durante los enfrentamientos.
Funcionarios policiales no ingresan al sector, ya que la comunidad no denuncia ni delata la ubicación de las guaridas de los delincuentes. No pueden entrar en una especie de operativo a ciegas cuando el terreno está a favor de las bandas. Las veces que han incursionado uniformados en el sector los enfrentamientos cesan por unos minutos, pero cuando se retiran del sitio los antisociales retoman las armas.
Ciudadanos atrapados en medio de este conflicto entre bandas armadas esperan en zozobra que culmine esa disputa por el territorio que solo ocurrirá cuando uno de los dos, El Gusano o El Wilexis, caigan en el enfrentamiento.