El viernes pasado el salario mínimo vigente -400.000 bolívares mensuales- cayó al equivalente de menos de un dólar. Esto contrasta con el parámetro de Banco Mundial del ingreso de supervivencia de 1,90 dólares diarios per cápita, alertaron fuentes laborales.
Froilán Barrios, directivo del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (Fadess) destacó que Venezuela presenta «el peor mapa de remuneraciones e ingresos del mundo» ya que supera las malas condiciones de otros países depauperados como Sudán o Haití, cuyo ingreso per cápita es de un dólar diario.
El sindicalista explicó que el ingreso de los trabajadores está distribuido en tres bloques. El primero de ellos corresponde al sector público -3 millones de trabajadores entre fijos y contratados- que ganan dos salarios mínimos, incluyendo el ticket alimentación, más los bonos del sistema Patria, lo cual da un ingreso entre 4 y 6 dólares al mes.
El otro bloque lo integran los trabajadores informales (5 millones de personas), cuyo ingreso depende de lo que logren en el día -su actividad ha sido fuertemente afectada por la cuarentena del coronavirus- más el bono del sistema Patria.
En el tercer grupo están unos 3,5 millones de trabajadores del sector privado que perciben mensualmente entre 10 y 100 dólares o más. «De estos trabajadores, una porción muy pequeña tiene contrato colectivo», dijo Barrios.
Destacó que mientras los gobiernos de países de América Latina, como Colombia, Perú y Ecuador, adoptan medidas concertadas con empresarios y trabajadores estableciendo bonos de entre 100 y 150 dólares por persona para paliar la crisis económica provocada por la emergencia sanitaria, en Venezuela «Maduro se da por servido decretando cada mes los bonos del sistema patria de 1 a 3 dólares».
Otro grupo importante dentro del ingreso son los pensionados y jubilados (4,2 millones de beneficiarios) que devengan un salario mínimo al mes.
Carlos Petit, dirigente del Bloque de Defensa de los Pensionados, manifestó que por su bajo monto la pensión «hace estragos» en los adultos mayores, por lo cual introdujeron la denuncia contra el régimen de Maduro por crimen de lesa humanidad ante las comisiones de Derechos Humanos de la Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos.
León Arismendi, director del Instituto Nacional de Estudios Sindicales, Inaesin, señaló que el problema del salario en Venezuela es muy complejo y su solución se dificulta debido a que un actor principal -el régimen de Nicolás Maduro- se niega a sentarse al diálogo tripartito con los empresarios y los sindicatos para buscar una salida concertada que detenga la depreciación del salario.
«Si no se resuelve el problema de la inflación con políticas macroeconómicas sanas, cualquier salario resulta insuficiente y continuará diluyéndose el poder adquisitivo del ingreso de las familias venezolanas», sostuvo el abogado laboral.
Ante esta situación, el movimiento sindical independiente y con el apoyo del Inaesin, sostiene reuniones con representantes de los gremios empresariales y economistas en la búsqueda de unir criterios sobre materia salarial y otros problemas, como la caída del aparato productivo y la cuarentena por el COVID-19, la cual agrava aún más la prolongada crisis económica del país.
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