José Rafael Espinoza Rosales, de 51 años de edad, era vendedor de libros, revistas y discos de acetato debajo del puente de la avenida Fuerzas Armadas, en el centro de Caracas. El hombre fue asesinado y su cadáver fue hallado en la zona, cerca de La Hoyada.
El pasado 30 de marzo, Espinoza había acudido, como de costumbre, a su negocio debajo del puente. Pasaron las horas, su esposa lo llamó por teléfono y él le dijo que iba a cerrar el negocio más temprano. Esa fue la última comunicación que tuvieron.
Posteriormente, comerciantes de la zona vieron cuando él cerró el local y se fue del sitio. A partir de ese momento desapareció.
Como no regresó al lugar donde residía con su esposa, en el hotel Terepaima, situado en La Candelaria, y no contestaba el teléfono, comenzaron a buscarlo en hospitales y comando policiales cercanos a su lugar de trabajo.
Sus familiares siguieron con la búsqueda hasta que el domingo 2 de abril acudieron a la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de la avenida Urdaneta para denunciar su desaparición.
En el recinto del cuerpo detectivesco, funcionarios les dijeron que su cadáver había sido hallado en una zona que conecta la avenida Fuerzas Armadas con La Hoyada y que luego fue trasladado a la morgue de Bello Monte.
Los parientes identificaron el cuerpo en la medicatura forense. La víctima presentaba múltiples golpes y una herida de proyectil.
Hasta ahora el caso se está manejando como un robo, sin descartar otras hipótesis.
José Rafael era padre de cuatro hijos y su esposa está embarazada, tiene cinco meses de gestación.