Los papeles se han invertido. Si hace años la Escuela de Teatro Bolshoi de Moscú era la fábrica de talentos de parte de los mejores bailarines del mundo, hoy su filial en Joinville, en el Estado sureño de Santa Catarina, en Brasil, no se queda atrás. Tanto es así que la escuela fundadora, que cuenta con muy pocos bailarines extranjeros, tiene entre su elenco cuatro ex alumnos de la escuela de Joinville. Otros muchos forman parte de las compañías de danza más prestigiosas de Europa.
La escuela brasileña fundada en marzo de 2015 se ha convertido además en referente de los nuevos talentos de la danza y ballet de buena parte de Latinoamérica. Hay quienes dejan todo en sus países origen, abandonan familia y raíces a muy temprana edad para perseguir su sueño. Hoy de los 231 alumnos con los que cuenta la institución, varios de ellos han llegado de los países vecinos, Paraguay y Argentina. Su sueño alcanzar el ballet ruso o incluso la reconocida compañía de Berlín.
La Escuela no solo proporciona el estudio curricular de los alumnos en diferentes disciplinas, además del ballet, sino que es una institución sin ánimo de lucro que garantiza la gratuidad de su enseñanza, el vestuario y equipamiento necesario para los bailarines e incluso con un núcleo de salud para atender posibles lesiones y recuperación tras los entrenamientos. La escuela si financia a través de los llamados Amigos de Bolshoi, patrocinadores que permiten a la institución poder ofrecer una bolsa de estudios 100% gratuita para los alumnos.
Como parte de la Escuela de Teatro Bolshoi de Joinville, en 2008 sus fundadores sintieron la necesidad de crear una compañía joven que hoy día está formada por 11 bailarines de la escuela que participan de forma activa en presentaciones públicas.
