Hermano de desaparecida por Noriega clama por información

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     A punto de cumplirse 40 años de la desaparición en Panamá de la estudiante Rita Wald Jaramillo, su hermano Edwin reconoció a la agencia EFE que espera que el exdictador Manuel Antonio Noriega se recupere de la cirugía cerebral a la que fue sometido recientemente para que diga «dónde la ordenó asesinar y enterrar».

    «Ojalá sobreviva para que vea lo cerca que estuvo de la muerte, porque ante Dios todo el mundo paga tarde o temprano, y para que se arrepienta y hable», afirmó, visiblemente emocionado.

    El 27 de marzo de 1977 fue la última vez que se vio a Rita. Era domingo por la tarde y la joven, de tan solo 17 años, acudió a las desaparecidas Galerías Obarrio, en la céntrica Vía España, para devolverle un coche a Emilio Garzola, un locutor y compañero de la estudiante en la emisora Onda Popular.

    Según Edwin, Garzola pertenecía a los «batallones de la dignidad», unos grupos de civiles armados que recibían órdenes de los militares y defendían la dictadura.

    Por aquel entonces, dirigía el país con mano de hierro el general Omar Torrijos Herrera, y Noriega estaba al frente del G-2, la unidad de inteligencia y contrainteligencia de la temida Guardia Nacional.

    «Contra Torrijos no tengo nada porque ya murió (en un misterioso accidente aéreo en 1981) y lo que hizo ya lo pagó con su vida. Fue una víctima de su propia dictadura, ya le matara la CIA o el propio Noriega», sostuvo.

    Noriega, sin embargo, a sus 83 años, acaba de ser operado de un tumor cerebral benigno que terminó complicándose y, desde el pasado 7 de marzo, se encuentra en estado crítico en la unidad de cuidados intensivos de un hospital público de la capital.