En el norte de la ciudad de México hay un sitio que ayuda a los niños de escasos recursos a canalizar la violencia que viven día a día en la escuela o en la calle.
Se trata de un rústico gimnasio de boxeo que fue acondicionado por el señor Valentín Posadas en su propia casa, lugar desde donde entrena a los pequeños.
Hispano Post visitó el lugar y platicó con los alumnos, quienes aprenden a boxear para defenderse en el barrio, y por qué no, soñar con algún día ser un gran campeón mundial.
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