Oscar D’León soñaba con ser artista, pero nunca con que lograría ser lo que es. Sus tiempos de taxista por las calles de Caracas lo ponían a escuchar la salsa que oía en su Antímano natal. Así, de oído, comenzó a tocar el bajo, comenzó a cantar.
Hace 49 años debutó con la Dimensión Latina, la orquesta que, al igual que Oscar Emilio León Simoza, cumple la misma edad profesional. En común tienen, además del tiempo que estuvieron juntos y un montón de éxitos, el hecho de ser referencia no solo en la música latina hecha en Venezuela, sino en el mundo. Durante mucho tiempo se ha clamado por un reencuentro de ambos. Quizás en un futuro se logre.
No ahora, porque como lo dice Oscar en esta entrevista él no es muy tecnológico. No está muy ducho en eso de manejar las redes sociales ni las plataformas de comunicación. Tiene, eso sí, un equipo comandado por su esposa Zoraida para ello. Su hija Iroska también lo acompaña, aunque ya no es La mazukamba, sino la mamá de su nieta Antonella.
Muchos son los éxitos que a lo largo de su carrera ha logrado Oscar D’León. “Frutero”, “Detalles”, “Mata Sigaraya”, “Padre e hijo”, “La Mazukamba”, “Taboga” y su himno, “Llorarás”, tema que no puede dejar de cantar nunca porque el público comienza a pedírselo.
«El sonero del mundo» tampoco quiere sumarse a la fiebre de los streamings. Por lo menos no por el momento. «Mi esposa está trabajando para que pronto pueda volver a presentarme en vivo. Hay que cuidarse mucho de la pandemia. Hacer ejercicios, comer bien», dice el hombre que sobrevivió a dos infartos. Uno de ellos en plena actuación en tarima. Pero la disciplina lo han convertido en lo que es hoy: el artista venezolano más internacional en el mundo.
