La parálisis económica por la cuarentena debido al COVID-19 ha puesto en una situación muy apretada a los empleadores y trabajadores venezolanos. «En contactos con los empresarios, los sindicatos han sido informados sobre las serias dificultades de las empresas, fundamentalmente comercios y servicios, que no les entra ningún ingreso por la suspensión de las actividades laborales», señaló Serbando Carbone, directivo de la Unión Nacional de Trabajadores.
Refirió que, ante la inestabilidad e incertidumbre laboral, muchos empresarios instan a sus empleados a inscribirse en la página Patria para cobrar el bono laboral Quédate en casa, debido a la limitación que tienen para cumplir con las obligaciones salariales.
El dirigente sindical advirtió que el coronavirus empeora la situación del empleo y el salario, que ya era crítica en Venezuela mucho antes de la pandemia. «En esta coyuntura los empleadores tienen serios problemas para cubrir los gastos de personal, impuestos, alquiler de local y condominio en el caso de los centros comerciales»
Y es que el grueso de los establecimientos, excepto los de comida y farmacias, permanecen cerrados por la cuarentena. Esto ha llevado a despidos de trabajadores que estaban en periodo de prueba o a la finalización o suspensión del contrato de trabajo a tiempo determinado.
«La crisis económica de Venezuela es muy profunda desde hace años y con el coronavirus y el desplome de los precios del petróleo la situación es peor», insistió Carbone. Agregó que la prioridad de los sindicatos y los trabajadores es salvar los empleos y mejorar el salario pulverizado por la inflación.
El directivo de la Unete anotó que es difícil en este momento cuantificar el número de trabajadores despedidos desde marzo cuando arranco la cuarentena. Insistió en que las consecuencias del coronavirus sobre la economía y el empleo son mucho más severas en Venezuela y responsabiliza de ello a la administración de Nicolás Maduro por sus malas políticas económicas y sociales.
Precisó que de la población económicamente activa o fuerza de trabajo, calculada en 12 millones de trabajadores, 70% (8,4 millones) se desempeña total o parcialmente en el sector informal.