La demanda de combustibles en Venezuela antes de la pandemia, según cifras suministradas por el Ministerio de Petróleo a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en 2019, era en promedio 155.000 barriles diarios de gasolina y 113.000 barriles diarios de diésel.
“Hoy día, a consecuencia de la pandemia y en las semanas de cuarentena forzada, el consumo está en alrededor de 70.000 barriles diarios de gasolina y unos 80.000 barriles de diésel.
No obstante, en semanas flexibles el consumo ha llegado hasta 100.000 barriles diarios de gasolina y 100.000 barriles diarios de diésel, es decir, hay días que se consumen 200.000 barriles de combustibles, eso presiona a Petróleos de Venezuela y complica la producción en las refinerías”, comentó al semanario Exclusivas Económicas una fuente de la vicepresidencia de Refinación y Comercio de la empresa estatal.
La fuente agregó que la producción durante el primer semestre de 2021 “ha sido espasmódica y el promedio actual se mantiene entre 50.000 a 60.000 barriles por día entre el Complejo de Refinación de Paraguaná y la planta de Puerto La Cruz y de 40.000 a 50.000 barriles diarios de diésel por las paradas y ajustes en ambas refinerías”.
Dijo que si a esto se le suma el envío a Cuba y el contrabando de cerca de 40.000 a 50.000 barriles diarios, “resulta que la cuota asignada por Pdvsa para abastecer el mercado local actual se ha mantenido por el orden de 35.000 a 40.000 barriles diarios de gasolina y la misma cantidad de diésel, menos de 50% de la demanda actual pico”.
La situación se ha complicado, según Exclusivas Económicas, porque el presidente Nicolás Maduro se mantiene reacio a modificar la política de subsidio e insiste en mantener el precio subsidiado de la gasolina en 5.000 bolívares por litro para vehículos particulares y totalmente gratuito en el caso del diésel para los sectores agrícola, industrial y del transporte.
“Frente a esta situación resulta inviable reducir las colas y más bien se agravan los casos de corrupción por los precios.
En conclusión, la insuficiente y espasmódica producción de gasolina y diésel en las refinerías, el suministro de combustibles a Cuba y la presencia de mafias de contrabando de combustibles ocasionan el desabastecimiento. La única solución hasta que se logre evaluar y estabilizar la producción de las refinerías es la importación masiva y sostenida de combustibles”, añadió la fuente.
El problema a resolver para que se retomen las importaciones de combustibles, de acuerdo con Exclusivas Económicas, es que el gobierno de Estados Unidos levante o flexibilice las sanciones o que el Departamento del Tesoro emita una licencia que permita canjes de crudo por gasolina o diésel.