Existen muchas expectativas en relación a cómo será el desempeño de la economía venezolana en 2022. ¿Qué pasará con la hiperinflación? ¿Crecerá la economía? ¿Aumentará el consumo? ¿Se incrementará la producción petrolera?,¿Seguirá la dolarización? Estas son solo algunas de las tantas interrogantes que hay en el ambiente. A estas y otras preguntas responden los economistas Luis Oliveros, Ronald Balza, José Guerra y Hermes Pérez.
Para Luis Oliveros hay tres hechos relevantes que marcarán la economía venezolana el próximo año y uno de ellos “es que Venezuela sale de la hiperinflación, lo cual es una buena noticia”.
El segundo, advirtió, “es que Venezuela va a tener crecimiento económico, lo que sería otra buena noticia”. “Y aunque yo soy de los que piensa que en 2021 también tuvimos un crecimiento económico, en 2022 va a haber un crecimiento mucho mayor. Se espera que no solo haya crecimiento en los cuatro primeros trimestres del año sino en la gran mayoría y en todos los sectores económicos del país, lo que será importante para la economía venezolana”.
Como tercer factor destacó que el consumo va a tener una recuperación, “sobre todo el consumo privado y eso va a generar, sin lugar a dudas, efectos en toda la economía”.
También es posible, según Oliveros, “un incremento de la producción petrolera, cuya meta es de un millón y medio de barriles. Sin embargo, con eso soy un poco más cauteloso. Yo lo veo un poco más complicado que lo antes mencionado; no obstante, siempre hay que estar muy pendiente de lo que ocurre en la industria petrolera. Además, pareciera que el plan de expansión de va a continuar, así que se pudiese dar ese incremento para el año 2022”.
La hiperinflación desaparecería entre enero y febrero de 2022
José Guerra, miembro del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), aseveró que la hiperinflación pudiese desaparecer entre enero y febrero del próximo año “dependiendo de cuánto sea la tasa de inflación tanto del mes de diciembre como del mes de enero. Pero si esa tasa se mantiene por debajo de un dígito, claramente la hiperinflación va a desaparecer”.
El problema está, aseguró, en que va a persistir la inflación elevada. “No va a haber hiperinflación, pero sí una inflación que puede ser muy superior al 100% o al 200%. Es una inflación alta que prácticamente deja al país fuera del mercado mundial en cuanto a competitividad e igualmente es enemigo de los salarios”, comentó.
Guerra afirmó que también habrá un “crecimiento económico”, pero será algo que no va a depender “de los bodegones, que tiene un efecto más bien de espejismo, sino que se recupere al fin la producción petrolera, ya que están hablando de la cifra de 1 millón de barriles que está produciendo Pdvsa hasta ahora en diciembre”, destacó.
“Sin embargo, esa cifra aún no se corrobora y no hay una forma de verificar que sea cierta, pues las cifras de la OPEP llegan hasta el mes de noviembre y la producción está alrededor 650 mil o 700 mil barriles de petróleo dependiendo la fuente. Entonces, no pareciera factible aumentar 300 mil barriles en un mes porque ni en los años 90 pasó eso”, agregó.
Sostuvo que hay otro factor que está retrasando la recuperación de la economía y “es que no hay crédito bancario, ya que está muerto por la política de encaje que tiene el banco central de 85% y eso limita la expansión de la economía”.
“Y la dolarización, evidentemente, va a seguir tal como la conocemos ahora, porque ya está instalada en la economía venezolana. Aquí la gran discusión es si la dolarización va a pasar a la parte transaccional y se va a convertir en una dolarización bancaria, es decir, financiera en donde los bancos puedan hacer y otorgar créditos en dólares que aún no está permitido. Pero los bancos están llenos de dólares y lo que no hay son los bolívares suficientes para comprar los dólares, dada la restricción monetaria muy severa que ha aplicado el Banco Central”, puntualizó Guerra.
“Todo indica que tocamos fondo en 2021”
Hermes Pérez explicó que Venezuela cierra 2021 evidenciando una contracción del PIB de -0,4% según el promedio de los pronósticos de 30 entes encuestados. “Al respecto, la mayor caída la estima UBS (-12%), mientras que el dato más elevado es de EMFI (6,2%). En la medida que se acerca el fin del año, dichas previsiones han mejorado y todo indica que tocamos fondo en 2021. En lo particular, estimo que el PIB del país se ubicará en un rango entre -1% y 2% en 2021”, señaló.
“Para 2022, las previsiones de 26 entes encuestados apuntan a un crecimiento de 4,4% en promedio, teniendo como valores extremos de 13,1% de Oxford Economics y -5% de Novo Banco y de Euromonitor”, afirmó.
El profesor universitario manifestó que, en relación con los precios, se anticipa que Venezuela pueda salir del ciclo hiperinflacionario en 2022 con una variación estimada de los precios no superior a 500%. “Sin embargo, es muy probable que la inflación del país continúe siendo la más elevada del mundo en todo el año”, añadió.
Pérez indicó que se prevé que continúe y se profundice el proceso de dolarización que tuvo un “espaldarazo” por parte del Banco Central de Venezuela en noviembre de 2021. “También continuará la contención cambiaria, que dependerá de la mejora de los ingresos petroleros, aunque será muy difícil mantener el actual ritmo de intervenciones y la quema de las reservas observada en 2021. No es sostenible quemar más o menos 600 millones de dólares al año con el actual nivel de reservas internacionales”, señaló.
Advirtió que el consumo interno debería seguir mejorando debido al continuo incremento de las remesas y en virtud de la desaceleración de los precios”.
Utilizar monedas de otros países “no significa eliminar el bolívar”
Por su parte, Ronald Balza Guanipa destacó tres elementos que considera importantes para el año 2022. “Primero, es posible que se detenga la hiperinflación y haya algún crecimiento en actividades específicas y visibles dentro de la economía en Venezuela. Lo segundo, es que todo esto ocurra manteniéndose el uso del bolívar como moneda nacional. Y el tercero, que las explicaciones sobre esto sean parcializadas, incompletas y engañosas en más de un sentido, en algunos casos de modo deliberado y otros de modo inocente”, expresó.
El también profesor universitario indicó que, aunque se detenga la hiperinflación y haya un crecimiento, no significa que se acabe la pobreza. “El nivel de la pobreza de ingresos en el que muchos venezolanos se encuentra actualmente no se pueda revertir de modo súbito y sustancial porque se detenga la hiperinflación. Es decir, no se le puede atribuir al fin de la hiperinflación un retroceso súbito de la pobreza”.
Aclaró que la pobreza se relaciona no solo en el presente, sino con el futuro y con algunas pérdidas que pueden haberse tenido durante todo este tiempo que ha transcurrido, como pérdidas de salud, de educación por niños que salieron del colegio, debido a no tener una alimentación adecuada. “Y a pesar de que la pobreza de ingresos pueda retroceder, se tiene ya una pérdida que no es reversible en muchos casos”, insistió.
“Aunque haya un crecimiento en algunas actividades, no significa que aumenta en todas del mismo modo ni que el efecto visible de eso -por ejemplo, nuevos negocios, nuevos bodegones – termine siendo una muestra de recuperación”, enfatizó.
Balza indicó que el segundo factor a tomar en cuenta el próximo año sería la permanencia del bolívar, aunque es “muy posible que el gobierno reconsidere el papel de la banca nacional con relación al uso de dólares, para hacer transacciones y hacer préstamos”.
Señaló que posiblemente haya nuevos sistemas financieros que contribuyan a resolver problemas, permitiendo el uso de monedas de otros países. “Eso no significa eliminar el bolívar e incluso al ver que la hiperinflación pueda ceder este año que viene sin haber eliminado el bolívar es un muy buen ejemplo de que la causa no tenía que ver con la moneda que se usaba, sino con el uso de bolívares para financiar el gasto fiscal”, comentó.
Aseveró que se podrá ver una reducción en la inflación sin que hay habido una dolarización plena como política antiinflacionaria. “Yo sí pienso que el uso de dólares fue la consecuencia de no tener suficientes bolívares en efectivo, no poder tener límites de créditos mayores en la banca nacional, además de la posibilidad de recurrir a ahorros en el exterior, cosa que no todo el mundo pudo hacer”.