El gobierno de Nicolás Maduro anunció el pasado 2 de febrero el levantamiento de las exoneraciones tributarias en Venezuela, incluyendo las que beneficiaban a los comerciantes que importaban productos.
Esta medida -según han señalado autoridades- podría impulsar la recaudación de tributos internos, beneficiar a los empresarios nacionales y elevará el consumo de productos elaborados en el país.
Sin embargo, desde Consecomercio lo ven desde otra arista. Advierte que los precios de los productos importados aumentarán 30%.
«Esta medida busca aumentar la recaudación fiscal, pero también tendrá un impacto en los precios y la disponibilidad de los bienes importados», escribió Consecomercio en su cuenta Instagram.
Al respecto, Gustavo Valecillos, presidente de Consecomercio, dijo a HispanoPost que «hasta ahora no hay nada oficial» con relación a la exoneraciones de aranceles a productos importados.
«Fueron unas declaraciones del presidente (Nicolás Maduro) algo apresuradas creo, que no tienen fundamento. Estamos a la espera de una convocatoria que anunció ese mismo día para discutir la posible reforma tributaria que mencionó», sostuvo.
Por su parte, Cipriana Ramos, directiva de la Cámara de Comercio de La Guaira, detalló que «la exoneración de impuestos de importación está vigente hasta 30 de junio de 2024. No ha sido derogada».
A su juicio, la intención del gobierno venezolano «pareciera ser dirigida» a incrementar la recaudación de tributos internos como el IVA, ISLR, entre otros, «que igualmente hasta no derogar las normativas, seguirán aplicándose».
Ramos enfatizó que «pudieran disminuirse las exoneraciones a las importaciones si la producción y comercio determinan qué hay suficiente producción nacional y no otorga el certificado. Allí no se puede aplicar la exoneración. Seniat, por instrucciones de cada ente administrador, es decir, ministerio, podría no otorgar las exoneraciones».
La también asesora aduanera resaltó que ahora los productos nacionales competirán con los productos importados bajo un esquema más equilibrado.
«Si en el mercado existen productos nacionales de calidad competirán con los importados y el consumidor definirá si compra nacional o importado. Si bien es cierto que a veces el Estado contribuye a la destrucción del productor nacional con políticas proteccionistas extremas, también lo es que algunos productores nacionales abusan de su posesión de mercado. Allí la sapiencia del consumidor dictará las pautas sin la intervención del Estado», dijo Ramos.
Podría beneficiar el consumo de productos nacionales
El socio director de Atenas Grupo Consulta, Pedro Quintana, explicó que finalizar con las exoneraciones a productos importados podría favorecer e impulsar el consumo de productos nacionales.
«Los ajustes de precios de productos importados, por efecto de aplicación de aranceles, deben mover el consumo a otros productos similares o sustitutos. Inicialmente debemos esperar que esto favorezca la producción nacional», expresó Quintana.
Agregó que quienes han basado su oferta en productos importados, “ahora deben ser más selectivos en las marcas y versiones que ofrecen al mercado. Hay compradores que seguirán apostando al importado por la calidad muy diferenciada en su desempeño».
Quintana aseveró que «no todo lo que vemos de producto importado en el mercado llega pagando sus impuestos correspondientes, y eso debe atenderse porque los favorecerá también».
Asimismo, señaló que el impacto mayor se vivirá en los estados fronterizos del occidente y sur del país, donde la presencia de productos importados es mayor.
«En esas zonas las oportunidades para la oferta nacional aumentarán, por lo cual las empresas deben comenzar a trabajar en estimar sus inventarios de forma progresiva”, indicó.
Según Quintana, “los consumidores se adaptarán a la oferta y el precio es una variable de peso para mantener e incrementar el volumen de ventas. Ya lo vimos al final de 2022, aumentó su relevancia, durante 2023 y este año se mantiene».
A su criterio, herramientas de monitoreo de precio como «Money Market» son básicas hoy en día para los equipos de mercadeo y ventas.
«También los comercios que dependían exclusivamente o mayoritariamente del importado deben redefinir su surtido. Mantener el producto importado que complementa la oferta nacional”, recomendó el experto.
También sugiere que el foco debe estar en conocer muy bien el perfil del cliente, su capacidad de gasto y su comportamiento ante los precios. “Estos cambios en las operaciones comerciales de minoristas y mayoristas van a impactar procesos y flujos de caja».
Otro factor interesante, de acuerdo con Quintana, es ver si los importadores van a reaccionar y revisar sus márgenes comerciales.
«Si van a defender sus cuotas de mercado con estrategias más agresivas de precio y, por último, esta también es una oportunidad para la generación de innovación en los productores nacionales, para llenar los segmentos donde se abran espacios», concluyó el socio director de Atenas Grupo Consultores.