Ni saboteo ni conspiración estadounidense. La falla eléctrica que mantiene apagado buena parte del país desde el jueves 7 a las 5 de la tarde, se originó en un incendio forestal a lo largo del corredor de transmisión de la línea de 765, entre el Guri y la subestación Malena, en el estado Bolívar.
La zona -que no ha recibido mantenimiento- se incendió, desencadenando una falla de temperatura que llegó a la sala de máquinas del Guri, donde se dispararon las protecciones, así relataron a HispanoPost fuentes vinculadas a la Federación Eléctrica de Venezuela.
Por lo menos el 75 por ciento de la energía que se consume en Venezuela es generada en el Guri, de allí el altísimo impacto que tuvo la falla. Aunque Macagua y Tocoma son también generadoras de energía, la sobre carga y la demanda excesiva hizo también que sus protecciones se activaran y el servicio se viera igualmente interrumpido en las zonas del país que son surtidas desde ahí.
El incendio forestal y su impacto en la sala de máquinas del Guri desencadena otras fallas aguas abajo. Varios equipos y las protecciones han debido ser sustituidos después del apagón porque habían cumplido su vida útil; otros tienen que ser calibrados. En algunos casos, estos equipos no estaban disponibles.
Adicionalmente, la falta de personal calificado ha sido decisiva para atender la falla. La mayoría (unos 20 mil) se han ido y los que quedan no tendrían los insumos necesarios.