Este domingo primero de mayo se recuerda el Día del Trabajador y en Venezuela habrá marchas y concentraciones de trabajadores convocadas por la dirigencia sindical oficialista y opositora.
Sin embargo, en este último caso muchos dirigentes y trabajadores no podrán acudir por estar en el exilio, la clandestinidad o enjuiciados bajo el régimen de presentación ante los tribunales, aseguraron fuentes laborales.
«Desde que Hugo Chávez asumió la presidencia, la estrategia oficialista -seguida al pie de la letra por Nicolás Maduro- ha sido enterrar al sindicalismo independiente que lucha por los legítimos derechos de los trabajadores», sostuvo Dick Guanique, coordinador del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato.
El representante de Fadess precisó que el chavismo busca imponer una estructura de relaciones laborales acorde con su modelo político totalitario.
Recordó que desde el año 2000 Venezuela se convirtió en el foco de atención de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y del sindicalismo libre mundial.
En efecto, los informes de las diferentes instancias de la OIT han deplorado la política laboral del chavismo y su ataque sistemático contra los sindicatos y los trabajadores.
«Las recomendaciones de la OIT al gobierno venezolano, para corregir las violaciones a los convenios de la Organización, han sido desoidas reiteradamente por el régimen», dijo Guanique.
Esto, agregó, hizo que la OIT enviara a Venezuela en septiembre de 2019 una Comisión de Encuestas, la cual emplazó a la administración de Maduro a detener la persecución contra sindicalistas y trabajadores por participar en las luchas en defensa de los derechos laborales.
Y es que la respuesta gubernamental durante más de 20 años ha sido la represión, descalificación, criminalizacion y judicializacion de los trabajadores y los líderes participantes en las diferentes acciones de protesta o por denunciar prácticas corruptas y antiobreras.
Dirigentes perseguidos o que están en el exilio y que solicitaron guardar sus nombres en reserva alertaron que ellos y sus familias han sido blanco de amenazas por parte de las fuerzas de seguridad del Estado.
«El régimen me detuvo dos veces y en la segunda ocasión estuve desaparecido para mis familiares y amigos», contó un consultado.
La persecución, agregó, comenzó en 2019, pero hace un par de meses estuvo detenido y totalmente incomunicado durante 30 días en un destacamento de la Guardia Nacional hasta que «me soltaron».
Refirió que la persecución no se detuvo y se vio obligado a abandonar el país por los caminos verdes junto con su familia.
Oficialismo se lava la cara
Las fuentes laborales señalaron que la reunión entre representantes de la Comisión de Encuestas de la OIT, centrales sindicales, organizaciones patronales como Fedecámaras y el Ejecutivo -que se celebra en Caracas desde el martes hasta el domingo- hizo que la administración de Nicolás Maduro tomara las decisiones de excarcelar a Rodney Álvarez, trabajador de la Ferrominera del Orinoco, y Eudis Girot, secretario ejecutivo de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela.
«No se trata de una medida graciosa ni mucho menos de reconocer la injusticia cometida contra Álvarez y Girot. Ambas medidas obedecen a que el gobierno pretende lavarse la cara y mejorar su imagen internacional como violador de los derechos humanos, sobre todo, cuando tienes dentro del país a todos los entes oficiales defensores de los derechos humanos como la Corte Penal Internacional y la OIT, entre otros», sostuvo Jakelyn Richter, profesora de Derecho del Trabajo de la Universidad Central de Venezuela.
La catedrática explicó que los sindicalistas y trabajadores presos, excarcelados o sometidos a «juicios eternos» bajo el régimen de presentación ante los tribunales tienen el estigma de los antecedentes penales, pues fueron imputados por delitos como conspiración, alteración del orden público o instigación al odio.
Guanique destacó que la OIT ha sido enfática en exigir el diálogo social tripartito entre empleadores, sindicatos y gobierno para acordar puntos como la fijación del salario mínimo conforme al convenio 26, ya que Chávez y Maduro han impuesto unilateral mente el sueldo mínimo.
Resaltó que según las organizaciones sindicales en Venezuela hay 400 trabajadores y dirigentes sindicales bajo régimen de presentación judicial y otros 15 encarcelados.
Richter alertó que los excarcelados Álvarez y Girot, así como Rubén González, dirigente sindical de la Ferromibera liberado por un indulto gubernamental, tienen la espada de Damocles de los antecedentes penales que el régimen puede utilizar de manera coercitiva.
Asimismo, los que están bajo régimen de presentación son molestados constantemente en las alcabalas y puestos de control de las fuerzas de seguridad para impedir su participación en los reclamos laborales.
«Es un abuso. Hace un mes cuando viajaba del interior a Caracas me detuvieron más de seis horas en una alcabala por supuestas averiguaciones», narró un afectado.
Trabajadores de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) revelaron que, pese al anuncio de la directiva de la empresa de una solución a los problemas que causaron la paralizacion de la semana pasada, fueron amenazados con represalias por haber participado en la huelga.
En 2020, Ivá Freites, directivo de la Futpv y del sindicato de trabajadores petroleros de Falcón comunicó a través de las redes que se fue al exilio junto con su familia por las amenazas del oficialismo.
Richter resaltó que “son bastantes los dirigentes y trabajadores bajo régimen de presentación y persecución laboral que se han ido del país y a esto se suma otra razón muy importante como son los bajos salarios».
Salario indecente
Este Primero de Mayo, los sindicatos y los trabajadores exigirán el respeto a los derechos laborales y entre ellos el salario que en Venezuela está entre los más bajos del mundo.
El 15 de marzo, el Ejecutivo aumentó el salario mínimo y las pensiones de 7 a 130 bolívares mensuales (de 2 a 28 dólares al mes).
Guanique destacó que en América Latina, Venezuela registra el más bajo sueldo mínimo, incluso por debajo de los 87 dolares de Cuba.
Precisó que los sueldos mínimos mensuales en Colombia, Argentina y México se ubican en 260, 300 y 380 dólares, respectivamente. Brasil, Chile, Uruguay y Costa Rica pagan 400 dólares o más.
«En Venezuela, el salario mínimo es indecente y en especial el sector público, que con los bonos sumados dan un ingreso mensual de unos 40 o 50 dólares», sostuvo el representante de Fadess.
La OIT impulsa el salario decente, el cual debe satisfacer las necesidades básicas -alimentos, salud, vivienda, servicios, recreación, ropa y calzado- del trabajador y su familia.
Ese mismo concepto lo establece la Constitución venezolana como salario mínimo vital.
«En Venezuela, esa prevision esta muy lejos de cumplirse aún con la especie que está circulando los últimos dias de que Maduro aumentaría el ingreso mínimo a 60 o 70 dólares», dijo Guanique.