Venezuela nuevamente se enfrenta a un escenario de fracturas políticas. Sucesos como la convocatoria a elecciones el venidero 6 de diciembre, el indulto a 110 presos políticos y exiliados, gracias a la mediación del Henrique Capriles, Vicente Díaz y el diputado Stalin González, así como las diferencias partidistas, caldearon los ánimos dentro de la oposición.
Marcos Hernández López, sociólogo y director de Hercon Consultor, y Luis Vicente León, economista y presidente de Datanálisis, conversaron con HispanoPost sobre la intención de voto de los venezolanos de cara al evento electoral convocado para sustituir a los diputados de la Asamblea Nacional.
Al consultarles sobre el ánimo de los venezolanos de cara a los comicios, ambos especialistas aseguraron que los ciudadanos se mantienen a la expectativa del panorama político. Sin embargo, advirtieron que no son las legislativas las que les quita el sueño a los ciudadanos en este momento. Su prioridad ese enfrentar la crisis económica y las consecuencias de la pandemia del COVID-19.
En este momento podemos decirlo en pocas palabras: frío o displicente. No obstante, las campañas electorales siempre van tomando forma y sustancia; además, apuntaladas con populismo en sus estrategias motivadoras cuando se acerque más el día del evento. La verdad es que la aguda crisis económica conspira y eso no hará fácil reanimar a un pueblo que incluso interpela, por su postura pro gobierno, al Consejo Nacional Electoral (CNE), señaló Hernández.
Para Luis Vicente León, Venezuela vive una de sus peores crisis en la historia republicana. La economía con seis años de recesión y el coronavirus y su impacto negativo en la sociedad nos lleva a una crisis de legitimidad oficial que se tradujo en aislamiento y sanciones. Es una tormenta perfecta, que agota y desesperanza a la población. No hay confianza en el sector político oficial, ni en la capacidad opositora para producir el cambio, y eso la desconecta y desanima.
Explicó que generalmente los venezolanos son pro elecciones y no saben de otras formas de lucha, pero la desconfianza generada por los fracasos previos, el control del CNE y TSJ por parte del gobierno y la colonización de los partidos opositores hace que la elección pierda su efecto motivador.
La abstención en estas parlamentarias está cantada más allá del llamado de los líderes políticos. Poca gente está convencida de votar con seguridad (alrededor de 10 %), aunque cerca de 40 % podría hacerlo si ven algunos cambios favorables en las condiciones, un porcentaje nada despreciable de participación en estos procesos.
Hernández afirmó que aún el ánimo o intención de voto en torno al evento electoral se está configurando. A la fecha, los venezolanos solo están pendientes de su día a día, es decir, de su problema existencial. La crisis económica es una variable que desplaza cualquier temática que esté gravitando en el contexto político electoral. Sin embargo, la gente tiene la noción de que este año habrá elecciones y, en su momento, un importante grupo se activará y otro grupo seguramente se quedará en casa por el cuestionamiento hacia el árbitro electoral.
Mientras que para León la confusión es la palabra mágica para los venezolanos. Por un lado, no confían en la elección, pero por otro creen que la oposición no debería abandonar esa lucha electoral y convertirla en lucha política. Más de la mitad de los venezolanos cree que la oposición debería llamar a participar, aunque con una visión más allá de la actitud pasiva de votar sin disposición de defensa de ese voto. El ambiente entonces es más de espera por estrategias alternativas creativas que de un llamado simplista a votar u abstenerse.
Otras preocupaciones
El sociólogo aseguró que los resultados de estudios de opinión realizados por el Hercon Consultores reflejan que la crisis económica y sus derivaciones tienen mayor importancia para los venezolanos, y luego el miedo a la pandemia por la crisis hospitalaria y a la ineficiencia en los servicios públicos: electricidad, agua, transporte, entre otros. Cuando mides lo electoral, que tiene una significación incluso para resolver lo económico, la gente responde mayoritariamente que dejará esta decisión para su momento, apuntó.
Indicó que los venezolanos prefieren mirar sus verdaderas prioridades para sobrevivir a esta crisis y dejarle lo político a la clase política. La percepción es que ya llegará el momento para resolver el dilema de ir o no ir a votar, decisión articuladas a la militancia y disciplina partidista o reflexiones finales. En síntesis, lo existencial está por encima de lo político-electoral.
León también coincide en que la principal preocupación de los venezolanos se centra, desde hace algún tiempo, en la crisis económica: Sin duda, eso desplazó la preocupación por la política. No se trata de que no les importe ni quieran cambio. Más de 80% de los venezolanos quisieran a Maduro fuera del poder y esperan que se produzcan acciones para lograrlo, pero no es lo primero que le viene a la mente cuando piensan en sus problemas. La economía y, ahora más dramático, los peligros de la pandemia son los que le quitan el sueño.
Consideró que parte del electorado se quedó pegado en las emociones de principios de 2019. Increíblemente el sector político opositor institucional no se dio cuenta del cambio en las jerarquías de la gente. Se quedó pegado en las emociones de principios de 2019, cuando (Juan) Guaidó irrumpió en la escena política y generó esperanzas de sacar a Maduro en más de 63% de los venezolanos.
Ese era el tema central: sacar a Maduro, pero hoy, 20 meses después sin lograr objetivos concretos, más allá de los desgastados discursos políticos, la gente perdió la esperanza de que se producirá ese cambio. Solo 17% cree que Guaidó sacará a Maduro en el próximo trimestre y le preocupa más sobrevivir al COVID y a la crisis económica.
En cuanto a la credibilidad del órgano rector de las elecciones, el director de Hercon Consultores dijo: La credibilidad del CNE no es la mejor en este momento y allí la lucha interna de algunos factores políticos que desean participar. La proyección, según nuestros números, es de 25,5%.
A juicio del presidente de Datanálisis, los venezolanos esperan un discurso político de acompañamiento en las preocupaciones comunes, pero lo que han recibido son invitaciones a apoyar sanciones y aislamiento o bloquear la entrada de gasolina, que ellos sienten que necesitan para sobrevivir, y el cortocircuito no se dejó esperar. La evaluación de la gestión de Guaidó en pandemia se ha debilitado dramáticamente y se encuentra por debajo de esa evaluación a Maduro, algo impensable para una población claramente opositora. Por supuesto que esa crisis estimula las divisiones opositoras, pues es difícil exigir a todo el liderazgo opositor que se una alrededor de una estrategia que ha fracasado y acusarlo de traición, cuando exigen cambios en esa estrategia o tratan de hacerlo irreverentemente.
Hernández no descarta el valor político que aún mantiene Henrique Capriles sobre el electorado nacional. Sin embargo, el gobierno de Maduro se mueve, baja el tono a sus aguerridas narrativas, escucha planteamientos de la oposición liderada por Capriles, excarcela políticos presos y juega duro en su tablero electoral para convencer en último momento a Capriles y su equipo de participar en las elecciones parlamentarias. Este nuevo actor le daría al evento electoral del próximo 6D un elemento fundamental como es terminar de refrendarlo. Para nadie es un secreto que el desafío del gobierno de Maduro es desplazar, cueste lo que cueste, a Guaidó de la presidencia de la Asamblea.
León puntualizó que la convocatoria electoral no genera los efectos clásicos en esta etapa del país. Ni une, ni genera esperanzas de cambio, ni articula las maquinarias partidistas. Ha sido más bien un factor de profundización de las divisiones opositoras y una vitrina de los intereses encontrados del liderazgo opositor, que le impiden unirse en una estrategia común para enfrentar a su verdadero enemigo.
Esta no es una fiesta electoral, ni se espera que presente importantes niveles de participación, pero la abstención tampoco servirá como ´trigger´ para provocar acciones de defensa de los derechos. Un escenario lamentablemente muy negativo, pero también son estos momentos muy oscuros los que ponen sobre la mesa las presiones de cambio interna, y eso podría reanimar la lucha interna y revivir a la oposición, hoy bastante disminuida, puntualizó.
Habla la gente
Luis Páez, estudiante de Derecho y habitante de la parroquia El Valle, habló sobre su intención de voto. No estoy de acuerdo con las elecciones parlamentarias convocadas para diciembre de este año, motivado a que no existe transparencia y objetividad en los procesos electorales.
El desastre legal que existe en el país es una de las tantas cosas que a mí como ciudadano venezolano me genera inseguridad y esto debido a los nombramientos exprés en los distintos poderes e instituciones públicas del país. Tengo el derecho de votar y de elegir a los gobernantes del país, pero para qué. Para que la nueva presidenta del poder electoral, a través de una rueda de prensa, informe que el oficialismo ha obtenido la victoria. Prefiero inhibirme en este proceso electoral, total el resultado ya los sabemos. Los oficialistas ganarán, dijo.
María Suárez, ama de casa y habitante del casco de Chacao, aseguró que lo que menos le preocupa en estos momentos es la convocatoria electoral: Como familia lo que realmente nos preocupa es el tema pandemia, el poco poder adquisitivo que se tiene para poder sobrevivir, porque sí, en Venezuela sobrevivimos.
Suárez reiteró que una elección parlamentaria es lo que menos me preocupa. Total, durante las 20 y tantas elecciones que se han realizado en Venezuela en los últimos años, los resultados siempre son a favor del gobierno y en 2015, cuando celebramos el triunfo de la oposición, el TSJ declaró a la AN en desacato y crearon una ANC. Honestamente me importa muy poco sufragar en esas elecciones, aseguró.
Alejandro Batista, chofer particular de un empleado público y habitante de Petare, se mostró esperanzado en los resultados de los futuros comicios. Yo siempre voy a votar porque ese es mi derecho, para qué pelean si después ni van a cumplir lo que piden. Estoy convencido que cambiando a la AN podremos mejorar las cosas que el presidente no ha logrado.
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