Una vez más el año se despide con un saldo rojo en cuanto a casos de femicidios ocurridos en el territorio nacional, hasta el mes de noviembre de 2022, el Monitor de Femicidios de Utopix contabilizó 211 mujeres fallecidas por concepto de violencia basada en género. “En comparación a 2021, podemos decir que hubo una disminución, ya que el año pasado se contabilizaron 219 casos hasta noviembre”, dijo Aimée Zambrano, fundadora de Utopix.
Resaltó que los estados en los que se presentan este tipo de casos con mayor frecuencia, son aquellos “con mayor cantidad de población, específicamente, en Miranda, Bolívar, Anzoátegui, Distrito Capital, Zulia y Carabobo. La media sigue siendo un femicidio cada 38 horas”.
Aunque, también especificó que la mayoría de las víctimas son mujeres en edad reproductiva, este año se observó un aumento en los casos de femicidios contra adultas mayores: “La edad de la mayoría de las víctimas se comprende entre las adolescentes y mujeres hasta los 35 años. Mujeres en edad reproductiva y la gran mayoría ha sido asesinada por arma de fuego. Sin embargo, este año hemos visto un incremento en la incidencia de femicidios en mujeres adultas mayores, en su gran mayoría a manos de parejas, ex parejas o familiares consanguíneos: hijos, nietos o hermanos”.
Migración mortal
Zambrano señaló que, de acuerdo al seguimiento a los medios de comunicación, en Utopix consideran que las mujeres venezolanas en el exterior son las que representan el mayor riesgo a ser víctimas de violencia de género: “Nosotros no tenemos cifras de mujeres venezolanas que han atravesado el Darién o han salido del país por mar abierto, pero si contabilizamos la cantidad de femicidios de venezolanas fuera del país, vemos que hay una gran cantidad de venezolanas migrantes que están siendo asesinadas, sobre todo en Colombia y en sectores de paso, como las trochas”.
Añadió: “Las migrantes venezolanas son la población de mujeres que está siendo la mayor parte de las víctimas de femicidio en el exterior, este sí es un conteo que venimos haciendo mes a mes. Los países con mayor cantidad de casos son: Colombia, Perú, Ecuador y Chile, han ocurrido casos en Estados Unidos, Brasil, España y Panamá. Hemos contabilizado hasta noviembre un total de 64 de venezolanas asesinadas en el exterior, víctimas de femicidio. Esto habla de cómo las mujeres migrantes venezolanas están en condiciones de vulnerabilidad y terminan siendo víctimas de la violencia de género y en este caso de su último eslabón que es el femicidio”.
Otro elemento que preocupa a las organizaciones civiles que velan por los derechos de la mujer, es el aumento de casos de abuso sexual contra las niñas y adolescentes dentro de Venezuela: “Cuando ves el monitoreo de los medios, nos damos cuenta que hay una gran cantidad de casos relacionados con abuso sexual infantil, con trata de niñas adolescentes y mujeres; así como, prostitución forzada y pornografía infantil. Aquí vemos, como de un tiempo para acá se han incrementado este tipo de delitos en nuestro país, esto relacionado a la crisis que se está viviendo en Venezuela”.
Vulneración de la infancia
Zambrano, sugirió que el acoso infantil forma parte del pensamiento colectivo venezolano: “El acoso sexual que viven nuestras niñas y adolescentes todos los días, que muchas veces está naturalizado y normalizado en Venezuela, lo hemos vivido. Vemos como los hombres acosan a nuestras niñas y adolescentes y como muchas veces esto es motivo de chiste y risas. Creo que es importante tocar este tema, porque a veces hablamos de matrimonios infantiles en otros países, porque a pesar de que en Venezuela el matrimonio infantil no es legal, en la práctica estamos viendo muchos casos donde las niñas que son entregadas para vivir con hombres adultos”.
Aunque a su juicio, esto se ha normalizado, considera que es algo que debe cambiar: “No podemos hablar de una relación, porque cuando hablamos de adolescentes no estamos hablando de consentimiento cuando están con un hombre adulto. A mí me llamó mucho la atención, por ejemplo, y aquí vemos que incluso los medios de comunicación terminan normalizando la situación, cuando vi un titular que decía que ‘una niña de 13 años había asesinado a su pareja, que era un hombre de 35 o 25 años’, no puedes decir que una niña de 13 años es pareja de un hombre de esa edad, porque estamos frente a un caso de abuso sexual infantil”.
La fundadora de Utopix, reitero que esta normalización podría ser una de las razones para el aumento de embarazos tempranos: “Vemos que no es solo un tema de acoso en las escuelas entre pares, sino que vemos que hay una normalización en Venezuela del acoso y abuso sexual infantil. Venezuela desde hace un tiempo es uno de los países donde puntea el tema de los embarazos tempranos (adolescentes) porque además son embarazos de niñas de 12, 13, 14 y 15 años, muchas veces estos no son embarazos entre pares (adolescentes), sino que cuando vemos que una niña está embarazada de un hombre adulto, estamos frente a un caso de abuso sexual infantil y muchas veces la sociedad le achaca la responsabilidad a la niña por ese embarazo”.
Aseveró que esto también se fundamenta en el poco acceso a los métodos anticonceptivos: “Aquí tenemos un problema relacionado al acceso a los métodos anticonceptivos, ya no por escasez sino por los costos. Al ser tan costosos, muchas veces es difícil acceder a este tipo de métodos, vemos que se han incrementado los embarazos tempranos y aquí entra la importancia de la educación sexual en el sistema educativo, donde hay que hablar de estos temas sin moralismo”.
Indiferencia del Estado
Aunque considera que se han visto unos pocos avances de parte del Estado para poner un freno a la violencia de género, hay muchas cosas que no permiten que esto sea eficiente para terminar de erradicar la situación como, por ejemplo, la dificultad de acceder a los métodos anticonceptivos, la falta de información y educación sexual y reproductiva, la falta de información oficial sobre los casos, además de capacitación de las autoridades sobre estos temas, entre otros.
En cuanto a la escasez de cifras oficiales, Zambrano dijo: “No hay un observatorio desde el Estado, donde podamos observar: cuáles son esas cifras, en cuáles estados ocurren, en cuáles meses hay más o menos casos. Lo que hay son cifras indiferenciadas que ha dado el Fiscal General por redes sociales, es muy difícil medir lo que tiene que ver con la eficiencia y la eficacia de las políticas públicas, porque no podemos ver, por ejemplo, un observatorio digital como ocurre en otros países, ya que, Venezuela no ofrece cifras oficiales diferenciadas, por ejemplo, en femicidios desde el año 2016 a la Cepal”.
Explicó que las instituciones no se dan abasto para responder a las víctimas “Cada vez hay más organizaciones de la sociedad civil que están realizando el acompañamiento a las víctimas o sobrevivientes de violencia de género. Dando atención no solo a la gestión de los casos, cuando hay que ir a los órganos receptores de denuncias, sino también orientación legal y psicológica, porque existen instituciones como el Ministerio del Poder Popular para la Mujer, Igualdad de Género (Inamujer) que tiene el 0800MUJERES y la Defensoría de las Mujeres, pero que muchas veces no se dan abasto con relación a la gran cantidad de casos que están ocurriendo en el país”.
En cuanto a los aportes del Estado para mitigar el problema, señaló: “Vemos que el año pasado hubo una reforma a la ley orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, ya no se tipifican 21 tipos de violencia sino 25 tipos de violencia. Esto ha sido un cambio por parte del gobierno desde lo legislativo. Igualmente, podríamos decir que en 2021 se creó una fiscalía específica para los femicidios, en el Ministerio Público, pero seguimos insistiendo en que tiene que ser un plan de emergencia feminista integral que no sea únicamente propuesto desde el Ministerio de la Mujeres o desde el Ministerio Público, sino desde todos los cuerpos del Estado”.
Para concluir, detalló que debe realizarse un trabajo integral y permanente: “Esto implica que allí tiene que haber una campaña permanente, difundiendo todo lo relacionado a la violencia de género, de los femicidios, la inducción al suicidio, reseñando las líneas de apoyo a las mujeres que son víctimas de violencia. Tiene que haber un plan desde el sistema educativo, porque hay que hablar de este problema desde preescolar hasta las universidades, porque sabemos que lo que terminan legitimando y generando, muchas veces, la violencia de género son los estereotipos de género que son la base del machismo, que viene dado por la educación bien sea desde las familias como desde espacios educativos concretos”.
Añadió: “Incluso una ley que toque todo lo relacionado a la violencia de género como es el caso de la Ley Micaela, de Argentina. Sería interesante abordarlo desde todo el Estado como una forma de comenzar a avanzar en una problemática que es estructural en el país”.