La semana pasada recibí un correo de un antiguo profesor que me sugería hablar de la profesión a la que me he dedicado más de 30 años, administrar crisis, y me lo pedía, porque me asegura que la gente no entiende que es esto de gerenciar conflictos. La verdad me sorprendió, pero voy a complacerlo y a intentar explicar qué es lo que hago y porqué he escrito hasta un libro sobre las crisis.
Recordemos entonces que cuando hablamos de crisis, nos referimos a cambios inesperados de los planes que solemos trazar, un día iniciamos con normalidad nuestras tareas y de pronto antes del mediodía todo ha quedado alterado por un evento ajeno a nuestros planes.
Gobernantes, políticos, empresarios y personas que actúan en su entorno social como puntos de referencia constantemente enfrentan procesos de crisis porque sus decisiones u opiniones generan conflictividad, aún y cuando no sean del todo comprendidos. Los escenarios derivados de esto son los que aceleran las crisis y son recogidos por los medios de comunicación, o peor aún son recogidos por miles de personas que estan conectadas a la nube vía internet, con lo cual se abre una moderna caja de Pandora, de donde emergen los más variados conflictos. Un libro llamado La muerte de la verdad, publicado hace poco en Estados Unidos, afirma que las nuevas tecnologías han actuado como acelerador inflamable de la ignorancia y la falsedad, y de la polarización que ambas generan, esto sin duda no solo es cierto sino que ha venido a sumarse como el gran elemento que profundiza las crisis.
Un elemento clave es la incertidumbre que provoca la imprevisibilidad; vivimos en un mundo en constante mutación donde los cambios se suceden a una velocidad nunca antes alcanzada en la historia. La ruptura de los planes se ha convertido en un evento normal ya que la planificación a largo plazo ya no es posible. Es en ese entorno en el que se producen las crisis, porque la ruptura de la planificación provoca incertidumbre, y la incertidumbre desasosiego y desorden.
Es entonces donde ha surgido mi propuesta que se basa en analizar la génesis de la crisis y su detección temprana como método para enfrentarlas.
No hay fórmulas mágicas ni de aplicación universal para analizar y resolver los problemas sociales. Las crisis son eventos derivados de la interacción humana y por tanto, la cantidad de variables es incalculable.
Los alcances del conflicto son siempre poco previsibles. Una crisis de gobierno suele afectar a la totalidad de los ciudadanos y puede alcanzar hasta las relaciones entre naciones; trastoca o pone a prueba la institucionalidad y plantea choques de opiniones e intereses entre muchos sectores y grupos de poder. Por tanto, sus alcances son realmente importantes y su trascendencia enorme.
Por otro lado las crisis políticas son de menor tamaño y giran en torno a aspectos de gran importancia pero de menor alcance que las crisis de gobierno. El entorno político es un microcosmos, por ilustrarlo de una manera muy entendible, en el cual hay términos de referencias vinculadas directamente a la búsqueda, captura y posesión del poder.
Siguiendo la misma lógica, entonces entendemos que las crisis corporativas se circunscriben principalmente al ámbito de las relaciones empresariales. Obviamente, sus alcances son menores comparados con las crisis de gobierno y políticas, pero siempre son importantes por su potencial dimensión económica y en algunos casos también social. ?El punto de coincidencia de estas tres es que todos tienen como materia central al ser humano. Bien sea por ejercicio del poder o por el intercambio de ideas y principios, o bien por el juego de intereses empresariales, en todas hay personas que ejercen como actores o como afectadas. Entonces debemos admitir la gestión de crisis como una variación de las ciencias sociales y humanísticas, de suyo un campo de gestión complicado por definición y con un alto grado de incertidumbre.
Ahora bien, como suelo advertir a mis clientes, todas las crisis tienen algo en común, los tomadores de decisiones son los que al final determinan enfrentar los problemas con rigor y creatividad o elegir las rutas fast track para entrar al infierno.
No olvide ver nuestros reportajes en: www.hispanopost.com
TAGS: #Crisis #Ruptura #Planes #Conflictos #Propuestas #Plazo #Desorden #Interaccion
