Dag Nylander mira con ojos calmados, esos que observan sin angustia. Su apariencia no parece ser la de un heredero de la cultura vikinga, sino más bien alguien que ha absorbido la cultura de América Latina.
En las pocas entrevistas que ha dado, y como vocero de procesos de paz, se le escucha hablar en un español fluido, casi sin acento. Es un hombre seguro, de 51 años de edad, esbelto y con un bigote poblado.
Este abogado de la Universidad de Oslo ha dedicado su vida profesional al mundo diplomático, al enfocarse en ser pacificador en procesos de paz. Entre 2012 y 2016 participó en el acuerdo de paz entre Colombia y las FARC. Desde entonces estableció contacto con integrantes del gobierno de Cuba.
La solución al conflicto colombiano solo la podían alcanzar los mismos colombianos, dijo Nylander mientras formaba parte de las mesas de negociación.
El noruego ha admitido que realiza acciones fuera de la agenda para aliviar la tensión. En una de las primeras reuniones, una de las partes estaba viendo un partido de fútbol. Colombia contra Venezuela, si no me equivoco. Y eso fue importante para romper el hielo, recuerda.
Un año después, en 2017, Nylander fue designado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para encarar la controversia fronteriza entre Guyana y Venezuela, disputa que se agudizó en 2015 cuando se descubrieron yacimientos de petróleo en la zona.
Nylander es el primer facilitador que tiene Venezuela en su historial de diálogos políticos para resolver la crisis. Actualmente participa como facilitador en las reuniones exploratorias que se realizan en Noruega entre los representantes de Nicolás Maduro y Juan Guaidó
El abogado, que también habla inglés, tiene como principal rasgo la discreción. Se vale de ella para generar confianza en las conversaciones y la mayor demostración de esto es que hasta ahora no ha emitido comentarios sobre las reuniones en Noruega.