Luiz Inácio Lula da Silva ganó este domingo las elecciones presidenciales de Brasil con el 50,09% de los votos, frente al todavía presidente Jair Bolsonaro, quien obtuvo el 49,1% de los sufragios. Unas elecciones marcadas por la polarización, desigualdades económicas y sociales que enfrenta el gigante latinoamericano, como han señalado expertos.
El candidato del Partido de los Trabajadores tomará las riendas del gobierno brasileño por tercera vez en enero de 2023, pero a diferencia de sus otros dos mandatos, hoy la aceptación, las condiciones económicas, el desempleo y las relaciones internacionales que enfrentará Lula son completamente diferentes al pasado.
Para la politóloga María Teresa Romero, el principal reto de Lula será de gobernabilidad, debido a que no cuenta con la mayoría del Congreso, así como tampoco de la sociedad brasileña.
“La otra mitad que no está a favor de Lula estará vigilante ante cualquier medida extrema de izquierda radical que tome. Le va hacer difícil», dijo Romero, al enfatizar que ahora Brasil “es un mundo muy distinto” al que le tocó en sus mandatos entre 2003-2010.
En declaraciones para HispanoPost, el presidente del Colegio de Internacionalistas de Venezuela, Juan Francisco Contreras, señaló que algunos analistas políticos consideran como una “victoria pírrica” el triunfo de Lula da Silva.
A su juicio, “va a tener un poder bastante limitado” tras no contar con la mayoría del Congreso de Brasil y “perder las gobernaciones en estados importantes”, por lo que “esta situación llevará a Lula a negociar con Bolsonaro y su gente, para poder avanzar en los distintos proyectos políticos».
Contreras recalcó que una de las principales quejas que tuvo la campaña presidencial de Lula da Silva es que no especificó cuál será su proyecto de gobierno entre 2023 y 2027.
«Esta polarización genera muchas dudas sobre cuál es el proyecto de Lula con respecto a Brasil y, por supuesto, forma un muro de contención para que Lula pueda desarrollar algún plan que tenga con respecto a esa izquierda a la cual se le asocia», agregó.
El analista político Piero Trepiccione considera que el desafío de Lula apunta “hacia el pragmatismo y la posibilidad del mejoramiento de la economía”, especialmente en garantizar el mejoramiento de la calidad de vida de los brasileños.
“El tema de la izquierda, yo diría que es muy relativo. No podemos seguir encasillando a los gobiernos entre izquierda y derecha, porque evidentemente se ha movido demasiado el espectro ideológico de los gobiernos y en el caso particular de Lula, por las alianzas políticas que logró para construir su coalición vencedora, pues hay un amplio electro de misiones ideológicas, desde la izquierda más recalcitrante hasta una izquierda que parece más bien de centro o de derecha”, puntualizó Trepiccione.
Triunfo de Lula refuerza el gobierno de Maduro
Tanto para María Teresa Romero, como Juan Francisco Contreras y Piero Trepiccione, el triunfo de Lula reforzará las relaciones diplomáticas con el gobierno de Nicolás Maduro y hará a un lado al llamado interinato de Juan Guaidó.
“Aparentemente, se refuerza el régimen de Nicolás Maduro, que ahora tiene otro aliado, por lo que la influencia del interinato de Guaidó va hacer menor. Es claro que Lula no va a seguir con la política y alianza comprometida, como la había tenido el presidente Bolsonaro. Pero, el problema es que Lula tendrá que ser o debería ser más moderado en su política exterior, sobre todo en América Latina”, afirmó la politóloga.
Romero recordó que el líder del Partido de Trabajadores de Brasil sabe “que hay una oposición en Venezuela y que el gobierno de Nicolás Maduro está muy desacreditado en el exterior”, por lo que todo depende de cómo Lula vaya a manejar su política exterior con Venezuela.
Contreras fue claro al indicar que “Lula ya dijo que él apoya a Maduro y que Guaidó es la nada, así que creo que buscará restablecer las relaciones con el régimen de Maduro”. Además, que “hay una especie de rabo de paja” con respecto al tema de la corrupción por el caso de Odebrecht, “que según el señor Marcelo Odebrecht, Venezuela fue donde dieron mayor cantidad de comisiones y coimas para conseguir contratos para esa empresa», agregó.
Sin embargo, para Trepiccione, “a contrario de lo que mucha gente piensa, yo creo que Lula no le va a dar un cheque en blanco de Maduro, como tampoco se lo va a dar a Daniel Ortega ni a Díaz-Canel en Cuba”.
El analista político resaltó que todo el proceso que ha vivido Luiz Inácio Lula da Silva para llegar a un tercer mandato en Brasil lo ha convertido en un “hombre extremadamente maduro” para saber con quién concretará sus alianzas y bajo qué criterios lo hará.
“Me parece que Lula va hacer más crítico con ciertos procesos y ciertos gobiernos de la región y su voz a tener peso, en la medida que pueda asegurar un buen liderazgo en su país y eso se va a proyectar a la región”, aseveró Trepiccione.
En relación al interinato de Guaidó, el analista indicó que Lula, al igual que otros gobiernos de la región, “se va a inclinar por ir desapareciendo a esa figura e ir reconociendo a quien ostenta el poder territorial en Venezuela”, en este caso, Nicolás Maduro. Pero cree que esto puede ayudar a “retornar a las negociaciones políticas en Venezuela”.
Para este trabajo, contactamos a la embajadora de Juan Guaidó en Brasil, María Teresa Belandria, pero respondió que por los momentos no puede ofrecer entrevistas.
Estados Unidos y América Latina
Para los tres analistas políticos, la influencia de Estados Unidos sobre América Latina cada vez está más alejada a los problemas económicos, políticos y sociales de los países de la región, lo que ha llevado a fortalecer las relaciones comerciales con Rusia y China.
“Hay retos a nivel internacional, Jair Bolsonaro ha tratado de tener una posición distante entre Estados Unidos y China. Estos dos países han estado tratando que Brasil tome posición a favor de uno de ellos, por lo que eso es un reto que va a tener Lula y me imagino que Lula irá más hacia China, pero no va a poder dejar tampoco a Estados Unidos”, subrayó María Teresa Romero
La politóloga y comunicadora social expresó que “Estados Unidos ha priorizado los problemas extracontinentales y no le ha dado la debido importancia a América Latina”, en gran parte porque la nación norteamericana también tiene un problema político de gobernabilidad, económico y social.
Trepiccione destacó que en el pasado Estados Unidos y Lula da Silva tuvieron un buen entendimiento político, comercial y diplomático. “Pero ahora tendrá que privilegiar si potencia la relación económica de Brasil con China o procura un equilibrio entre ambos actores globales, que creo que eso es lo que va a optar, porque es lo que está requiriendo Brasil”.
Contreras apunta a que América Latina ya «no forma parte de la política exterior norteamericana y eso se ha evidenciado, como lo que pudimos observar en la reciente Cumbre de las Américas, que se realizó en California, donde se notó que prácticamente no se había preparado esa agenda”.
Incluso, para el analista político, en los últimos meses el tema de migración “ha sido un desastre, especialmente la migración de los venezolanos”, otro factor que pies a que la política exterior de Estados Unidos no está enfocada en la región latinoamericana.
Foto: Agencia