El líder conservador Guillermo Lasso ganó la segunda vuelta electoral por cinco puntos de diferencia en la contienda contra Andrés Arauz. Escrutado el 98,4% de las urnas, Lasso obtuvo 52,5% de los votos, contra 47,5% de Arauz, el hombre elegido por Rafael Correa para liderar el regreso de su “revolución ciudadana” al país andino.
Correa había apostado todo a Arauz, pero sin éxito. El triunfo de Lasso ha tenido además un enorme impacto regional, porque frena el giro a la izquierda que Sudamérica había iniciado con Alberto Fernández Argentina y Luis Arce en Bolivia.
“El 24 de mayo próximo asumiremos con responsabilidad el desafío de cambiar a Ecuador”, dijo Lasso, cuando la diferencia que llevaba sobre Arauz se había vuelto irreversible. El presidente electo dio un discurso plagado de connotaciones religiosas, llamados a la reconciliación y límites claros al reclamo cada vez más potente de los colectivos feministas. Dios fue una figura omnipresente en la noche del presidente electo: “Agradezco a Dios todas las bendiciones que me ha otorgado durante mi vida”; “Pido a Dios que nos de paciencia y certeza para lograr la felicidad de los ecuatorianos”; “Que Dios bendiga a Ecuador”. Lasso también dejó claro que no habrá aborto bajo ningún supuesto en Ecuador. “Le hablo a las jóvenes mujeres embarazadas. Con mi esposa las protegeremos, para que sigan en sus colegios, para que puedan seguir en la universidad”, dijo.
La elección de este domingo definió a favor de Lasso la disputa correísmo-anticorreísmo que estructuró toda la campaña electoral . El presidente electo, con los permisos que da el triunfo, bajó desde el escenario el tono de la confrontación, pero jugó con la fama de autoritario que acompaña a su rival político. Sin mencionar a Correa, llamó a los ecuatorianos a no tener miedo a “disentir con el presidente”. “Que expresen sus opiniones con libertad”, dijo, y enseguida tendió una mano a la oposición. “No ingresé en la política ni para enriquecerme ni para perseguir a nadie”, sostuvo, en una clara referencia a la condena de cárcel que pesa sobre Correa.
Con información de El País