“Tengo 97 años de edad y llevo 15 años caminando por todas las calles de Caracas para que nos oigan y llevando la carta y no nos toman en cuenta. La carta la reciben y no dan respuesta. No me canso de estar en la calle, sigo porque con los 130 bolívares de la pensión solo se puede comprar un huevo, una bolsita de café y una bolsita de azúcar”, dijo Nieves, jubilada del seguro social del Hospital Domingo Luciani.
Ella participó en la movilización que realizó un grupo de representantes de los jubilados y pensionados de la Red Sindical Venezolana, a propósito de conmemorarse este miércoles el Día Nacional del Adulto Mayor.
Nieves, quien caminó desde la Fiscalía hasta la Defensoría del Pueblo para hacer entrega de un documento en el que los adultos mayores exigían una pensión que les permitiera tener “una vejez digna”, envió un mensaje a Nicolás Maduro.
“Él se hace llamar el presidente obrero, pero él nunca trabajó, vivía de reposo. Que no nos vea la cara de gafos. Somos viejos, pero no gafos. Y él tiene la costumbre de decir que él es el presidente obrero, que nos demuestre que es obrero. Tiene que darnos el sueldo que merecemos por trabajar 40 años de servicio”, dijo.
Rosa Cecilia Gómez, jubilada del Instituto de Desarrollo Social del Hospital Pérez Carreño, señaló que los adultos mayores venezolanos merecen “una vejez digna después de tantos de trabajo, de lucha”.
“Que el presidente nos haga esto, no puede ser,. Nos está pagando bien feo. Esperemos a ver qué pasará ahora para julio, porque con esos 130 bolívares solo se puede comprar un cartón de huevos y un poquito de queso”, apuntó.
Otro adulto mayor que tomó la palabra para expresar su indignación fue Santiago Tovar, presidente de la Asociación de Jubilados del Hospital Universitario de Caracas.
Aseveró que después de una vida de trabajo, los jubilados y pensionados merecen tener “buenos salarios, la salud, el viaje recreacional para uno salir con la familia. Que el primero de mayo nos dieran un tremendo almuerzo a todos y no como han hecho, que los salarios nos lo bajaron y los beneficios contractuales nos los han quitado”.
Dijo que cuando comenzó a trabajar en la institución ganaba 12 bolívares y eso le permitía tener una vida digna: “Salía a pasear con mi familia. Me quedaba también para hacer mis cosas aparte, compraba mi comida, tranquilo, y hasta para depositar en el banco. Hoy tengo 3.000 jubilados a mi cargo y tengo 48 años en esa actividad. Por eso hoy estoy exigiendo que nos paguen un salario digno. Porque el gobierno ha traído a artistas de todos lados que cobran un buen billete y a nosotros nos tienen olvidados”.
Desencantados de las políticas del gobierno
Tener acceso a la salud, así como a una dieta balanceada que no afecte las diferentes patologías o enfermedades crónicas que han aparecido con la edad, son otras de las necesidades que buscan cubrir los adultos mayores al exigir el pago de una pensión que se adapte como mínimo al costo de la canasta básica.
Por ello, para José González Ríos, jubilado de la Gobernación de Miranda, es tan importante que escuchen las peticiones del sector al que representa.
“Para mí, tener una vejez digna es tener un salario digno, tener un hospital o un sistema de salud que me garantice la asistencia a todas mis patologías, a comer todos los días una comida que me alimente, a no vivir en la zozobra de la persecución y del matraqueo de las autoridades uniformadas”.
Uno de los factores que más afecta a la población adulta mayor en Venezuela es la migración de sus familiares más jóvenes o la muerte de quienes los han acompañado durante sus años de ocaso, por eso González Ríos agregó: “Para mí, una vejez digna es poder tener de nuevo a mis hijos conmigo, que han salido del país porque este gobierno no les permitió que continuaran en él. He tenido familiares que han caído en esta lucha, han caído muertos en las manifestaciones. No han podido soportar más esta dictadura y han tenido que irse”.
Refirió que no es un día para celebrar sino para reflexionar: “Hoy no estamos celebrando nada, en este Día del Adulto Mayor. Hoy estamos en la calle reclamando nuestros derechos que han sido violentados, tanto los derechos constitucionales, los contractuales y los que están contemplados en la ley del trabajo y demás leyes del país. El salario que me da el señor Maduro y su gobierno son 130 bolívares mensuales, que no me alcanzan ni para comprar medio cartón de huevo, ni 30 pastillas de losartán”.
Para finalizar, María Contreras, jubilada del Seguro Social del Hospital Domingo Luciani, expresó que para ella sería digno poder contar con su propio dinero “para salir a pasear. No que me lleve mi familia, yo sola, porque yo sola me dirijo. Gracias a Dios todavía me dirijo yo solita”.
“Yo trabajé 37 años en el Seguro Social y ahorita estoy buscando un presupuesto, caminando para allí y para acá. Cuando me mandaron a hacer unos exámenes que cuestan 80 dólares, que no los puedo sacar de la pensión. Donde yo trabajé hacían esos exámenes, ahora no hacen nada de eso, porque ni personal hay. Quién va a querer trabajar por ese sueldo”.
