¿Qué pasará con la economía venezolana en 2024? Esto opinan expertos

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Se espera que en 2024, por ser año electoral, se ofrezcan algunas concesiones en la medida en que se observen avances en los acuerdos logrados, a través de la Mesa de Diálogo y Negociación, en Barbados; entre ellas estaría continuar flexibilizando las sanciones que fueron impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea a Venezuela.

Ante ello, cuáles son los escenarios económicos para Venezuela con o sin flexibilización de las sanciones. Leonardo Vera,presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económica, y Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, ofrecieron sus puntos de vista de cara a un año que recién comienza.

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«Es difícil hablar de un escenario con flexibilización de sanciones porque es sólo parcial, con un horizonte temporal muy corto y condicionada al cumplimiento de ciertos aspectos ligados a la restauración de las garantías democráticas por parte del gobierno de Venezuela», señala Vera.

Agrega que, por lo pronto, «en un horizonte de solo 12 meses lo que podríamos esperar son algunos movimientos en el negocio de los hidrocarburos, donde ciertas empresas socias de Pdvsa han logrado tomar ventaja firmando unos contratos que les permite comercializar directamente petróleo en el mercado internacional y descontar de los ingresos obtenidos deudas que tiene Pdvsa con esas mismas sociedades”.

De acuerdo con el economista, el sector petrolero “podrá registrar ciertos incrementos en los volúmenes de crudo producidos y exportados, que posiblemente no irán más allá de unos 150 mil barriles/día hacia el final del año, pero podrá capturar mejores ingresos por el simple hecho de poder vender sin los grandes descuentos a los que el crudo venezolano se estaba vendiendo».

Sin embargo, a su juicio, los efectos sobre la economía no petrolera, producto de la reanimación de la economía petrolera, «no serán muy fuertes y hay varias razones para explicar esto. Primero el esfuerzo de inversión en el sector petrolero será modesto, por lo que difícilmente veremos dinamismo sobre el sector conexo nacional», dijo.

En segundo lugar, «los efectos más indirectos que vienen por el aporte fiscal que hace el sector petrolero al fisco no serán de gran importancia, pues las empresas socias de Pdvsa son las que se quedan con la mayor proporción de los ingresos que reciben las asociaciones. Lo que si podemos ver es quizás un empuje más significativo del sector privado en un ambiente donde las sanciones se flexibilizan”, advirtió Vera.

Añadió que si los salarios en dólares siguen mejorando, “las acciones de cumplimiento (compliance) que tanto afectan los aspectos financieros de las empresas mejoran y las expectativas para la inversión también. Por otra parte, es posible que el consumo privado mejore en algún grado en la medida que los sueldos y salarios en dólares del sector privado sigan escalando (como hasta ahora) en un contexto de inflación incluso más baja, como se espera”.

Pero si persisten las sanciones, indicó, el escenario “es realmente sombrío. En ese caso veríamos una economía en contracción, con inversionistas en el sector de los hidrocarburos viendo hundir sus esfuerzos y con un sector privado en general que estaría revisando sus expectativas. Los problemas fiscales se agudizarían al punto de que las necesidades de financiamiento del sector público pondrían al Banco Central a emitir dinero en magnitudes peligrosas y con alto potencial de reanimar las presiones sobre el mercado cambiario y sobreinflación”.

Por su parte, Luis Vicente León señaló que no se trata de una acción lineal: “Como siempre, la palabra clave es incertidumbre y no podemos hacer una proyección lineal, pues el resultado dependerá de muchas variables, especialmente de la estabilidad de la flexibilización petrolera. Con licencias o sin licencias se muestran dos economías radicalmente distintas, aunque en ambos casos esperamos crecimiento hiperestimulado por las presiones electorales que conducen a aumento de gasto”.

Apuntó que si las licencias se mantienen completas o parcialmente activas, «el crecimiento de la economía este año será de al menos 10%, con proyecciones mejores hacia los años subsiguientes, partiendo de una economía que hoy está enanizada y postrada, pero que puede reactivarse paulatinamente con la reinserción en el mercado energético mundial”.

No obstante, según León, “no habrá crecimientos explosivos, incluso en el mejor escenario, porque la capacidad de reacción y los encadenamientos productivos están muy deteriorados, pero con incremento significativo de ingresos y entrada de inversiones extranjeras -que vendrán con cautela, pero vendrán- la economía reaccionará positivamente”.

¿Nuevas flexibilizaciones o una reedición de las sanciones?

 Asimismo, León comentó que si por el contrario ocurriese una reedición de las sanciones impuestas contra Venezuela “y el gobierno norteamericano decide retroceder de manera significativa en las licencias petroleras y gasíferas, el impacto positivo se minimiza y queda limitado al impulso de los ingresos adicionales de octubre a abril, que sin duda el gobierno usará para impulsar su campaña, junto a sus reservas estratégicas. En ese caso, la economía igual crecerá, pero en cifras mucho más moderadas, cercanas a 4%”.

A su juicio, “el problema crítico de este segundo escenario de reversión en la flexibilización es que vendría acompañado por un incremento en la conflictividad política, pues cualquier retroceso significativo que aplique Estados Unidos a sus licencias será respondido por Maduro con mayores restricciones electorales y, posiblemente, la suspensión de la elección presidencial bajo el argumento de ausencia de condiciones”.

Añadió que, “aunque 2024 crecería inercialmente, el futuro de la economía sería claramente negativo y la economía estaría condenada a regresar al foso de donde venía. Solo habrá más flexibilización si hay avances importantes en materia política. Sin embargo, dudo que ellas ocurran antes de la elección. Los escenarios parecen dibujarse entre mantener lo que hay o reducir y hasta revocar las mismas dependiendo de la intensidad de la crisis política”.

En tal sentido, Vera acotó por el momento «no hay una respuesta sólida del gobierno de Maduro a la flexibilización de las sanciones. Si bien la liberación de un grupo de presos políticos es una señal positiva, en materia de garantías electorales no se ha avanzado prácticamente nada. Un escenario donde la flexibilización de las sanciones avance requiere de cumplimientos que por el momento no se observan, pero aún queda algo de tiempo para ver nuevas señales”.

Insistió el que, en cualquier caso, «un escenario donde se ratifiquen las licencias sobre los sectores beneficiados y se amplíe la flexibilización hacia otros ámbitos sería muy promisorio, pues se reduce la incertidumbre y se configuran expectativas de crecimiento e inflación más positivas, sea porque la ‘paz política’ genera un clima de mayor estabilidad, sea porque la economía se vislumbra más estable. En la medida en que el horizonte y el alcance de la flexibilización sea mayor, las decisiones de inversión se consolidan y las posibilidades de crecimiento se afianzan”.

Expectativas del venezolano para 2024

Sobre cuáles son las expectativas económicas del venezolano común durante este primer trimestre del año, Leonardo Vera respondió que “el venezolano promedio es un individuo apremiado por los bajos ingresos, sin un mercado de crédito que le brinde algo de protección y muy vulnerable a los cambios en el ritmo que puede tomar la economía. En un ambiente tan volátil e impredecible como el de Venezuela, lo normal es ser cauteloso y por lo tanto sus decisiones de gasto se enfocan en el consumo de bienes básicos para la subsistencia”.

Dijo que el venezolano promedio “no espera mucho del gobierno -desde donde la protección social es casi inexistente- y espera que su esfuerzo emprendedor pueda servir para sostenerlo y sostener a su núcleo en el corto plazo. No cabe duda que las reformas liberales emprendidas por el gobierno son bien vistas y le permite vislumbrar la posibilidad de emprender. No obstante, aún como emprendedor debe enfrentar un enorme peso que le impone el Estado con regulaciones y un accionar muy agresivo que, a veces, raya en la extorsión”.

Para León, «la población tiene expectativas cruzadas. En términos generales es positiva, porque entienden que la flexibilización petrolera significa estímulos positivos para los diferentes sectores. El último trimestre del año fue mejor que el resto del año, pero el ruido político cobrará mucho las expectativas y el gran tema que es la habilitación de María Corina Machado genera estrés de expectativas porque la mayoría lo desea, pero la mayoría no cree que ocurrirá”.  

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Keissy Bracho
Keissy Bracho
Licenciada en Comunicación Social, mención Periodismo Audiovisual Especializada en Comunicación Política, Opinión Pública, Marketing Político, Gestión de Políticas Públicas. Aprendiendo de Género

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