Sanciones a Pdvsa: ¿estarán surtiendo un efecto contrario?

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El motivo de las sanciones comerciales contra Petróleos de Venezuela (Pdvsa) por parte de la administración de Donald Trump era propiciar un cambio político mediante una caída de la producción y de las exportaciones y, por consecuencia, de los ingresos en divisas del país por venta de crudo y combustibles, los cuales representan más de 90%. No obstante, el colapso total a corto plazo, es decir, en un año, nunca ocurrió.

El volumen de extracción de crudo llegó a un mínimo de 392.000 barriles diarios en julio de 2020, pero un año más tarde creció 56,6% para alcanzar los 614.000 barriles por día en julio de 2021. Y aunque este nivel ni siquiera llega a la mitad del volumen que se extraía un mes antes de la entrada en vigencia de las sanciones en enero de 2019, sí representa una leve recuperación de la producción.

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En lo que se refiere a las exportaciones, los despachos de Pdvsa hacia el exterior crecieron 12,8% en julio para alcanzar los 713.097 barriles diarios, de los cuales 80% se corresponde principalmente a suministros hacia China vía Malasia. El aumento es de 84%, si se compara julio de 2021 versus el mismo mes de 2020 y el incremento es de 46,4% con respecto a diciembre del año pasado. En promedio la estatal venezolana ha exportado un volumen de 656.256 barriles diarios en siete meses de 2021.

Las cifras que de manera extraoficial provienen de Pdvsa indican ingresos diarios por el orden de 31 millones de dólares por exportaciones solo en julio, lo que contrasta con los 4 millones diarios que se reportaron en abril de 2020, afectados por el desplome en los precios debido a paralización global que se dio como consecuencia del coronavirus COVID-19. Esto quiere decir que a las arcas de la petrolera entraron en julio siete veces más dólares o euros de los que percibió a inicios de la pandemia.

“Pdvsa está obteniendo una mayor entrada de divisas debido a un repunte en los precios del petróleo y eso está permitiendo una intervención del Banco Central de Venezuela en el mercado cambiario”, señaló Rudi Cressa, analista en materia energética y docente del IESA en Caracas. Agregó que han “visto durante este año que el tipo de cambio del bolívar con respecto al dólar ha tenido momentos de cierta estabilidad y se debe a que cuenta con la disponibilidad de recursos provenientes de la exportación de Pdvsa”.

Estas cifras evidencian que la estrategia de máxima presión de Estados Unidos, la cual buscaba ahogar a la administración de Nicolás Maduro para propiciar un cambio de gobierno en Venezuela, no ha logrado su objetivo. Ciertamente se han reducido los ingresos petroleros, pero el régimen ha logrado aumentar la producción y exportación de crudo a niveles que le permiten sostenerse en el poder.

¿Qué ha pasado?  

El régimen de Nicolás Maduro se volvió un experto en violar las sanciones. “Es sorprendente cómo Venezuela ha mutado para superar las dificultades derivadas de las sanciones, lo que hace que el comercio petrolero de Venezuela sea cada vez más opaco”, dijo Francisco Monaldi, director de la Iniciativa de América Latina del Instituto Baker e investigador de la Universidad Rice, a la agencia de noticias Reuters.

Es así como al buscar incrementar la producción sin la colaboración de sus socios minoritarios por las sanciones, Pdvsa armó una red de proveedores de servicios con compañías locales, desconocidas y con prácticas ambientales y operacionales dudosas.

De hecho, Reuters advierte que desde que Estados Unidos incluyó a Pdvsa en la lista negra a principios de 2019, muchos clientes importantes le dejaron de comprar. Pero, en su lugar, “una serie de empresas misteriosas recientemente formadas sin experiencia petrolera previa se han materializado para comprar el petróleo de Pdvsa, incluidas empresas mexicanas y rusas previamente desconocidas”.

Patricia Ventura, directora regional de Relaciones Públicas y Gobierno de IPD Latinoamérica, aseguró en un foro del Atlantic Council realizado recientemente que las exportaciones petroleras de Venezuela son “totalmente opacas”. Dijo que en julio tan solo en el Puerto de Jose se exportaron 300.200 barriles por día y casi 91% de ese volumen se lo llevó empresas que no se conocen, que están recién creadas.

“Todos los tanqueros que se llevan crudo de Venezuela viajan con el sistema satelital apagado, con nombres falso. Estos esquemas dan una respuesta clara de hacia dónde va ese crudo y quién lo lleva”, aseguró.

Evidencia de ello es lo señalado por Michelle Wiese Bockmann, analista de transporte y energía y editora de mercados de Lloyd’s. En su cuenta de Twitter compartió una imagen en la que se señala: “En meses recientes medios y agencias de investigación han advertido que las sanciones de Estados Unidos contra las exportaciones de crudo de Venezuela e Irán han traído como consecuencia un mercado paralelo donde el crudo sancionado es negociado activamente. Los barcos involucrados navegan fueran de las normas IMO, frecuentemente operan sin seguro y desobedeciendo las regulaciones de seguridad que el resto de la industria debe acatar”.

Ante tal aseveración la experta concluye que el crudo sancionado por Estados Unidos está “ahora a una escala tan grande que distorsiona el mercado mundial del petróleo, perjudica las tarifas de flete de los buques tanque y desplaza el petróleo que cumple con las normas”.

Continúa el éxodo de multinacionales petroleras y sus implicaciones

En tanto, las multinacionales petroleras siguen finiquitando sus operaciones en Venezuela. En las últimas semanas, la francesa TotalEnergies y la noruega Equinor anunciaron que habían abandonado la empresa mixta Petrocedeño.  Por un monto “simbólico”, vendieron su participación de 40% a Pdvsa.

La salida de Total y de Equinor de Petroceño puso en la discusión pública en Venezuela y en el mundo petrolero si estas compañías estaban retirándose por efecto de las sanciones de Estados Unidos, pero ambas se cuidaron al emitir sendos comunicados para aclarar que desarrollos de crudos pesados y extrapesados de la faja del Orinoco ya no forman parte de su cartera de proyectos energéticos, tomando en cuenta la orientación que tienen para reducir la emisión de gases y frenar el cambio climático.

“La decisión no fue impulsada por la situación política o las sanciones de Venezuela, aunque no facilitaron la perforación de nuevos pozos y la reparación del mejorador de crudos habría requerido un gasto de capital significativo, que no estaba en línea con los objetivos de emisiones de carbono», dijo Patrick Pouyanné, presidente ejecutivo de Total.

Sostuvo que “asignar gastos de capital al desarrollo de proyectos en la faja del Orinoco no es consistente con nuestra estrategia de nuevas inversiones de hidrocarburos en términos de intensidad de emisiones de dióxido de carbono”.

Sin embargo, algunos expertos difieren. “Los problemas que ha tenido la industria petrolera venezolana, como el hecho de que el Gobierno las haya obligado a vender crudo previsto para la exportación al mercado interno y después utilizar las plantas mejoradoras de crudo para apoyar el proceso de refinación, combinado con las sanciones y la poca expectativa de cambio político generó una situación que comprometía a las empresas”, comentó el Monaldi.

El experto petrolero advirtió que “aunque el proyecto de Petrocedeño estaba parado, ha podido reactivarse rápidamente y expandirse en las circunstancias propicias de cambio político y levantamiento de sanciones; y sería un proyecto muy rentable al actual nivel de precios”.

Varios especialistas reconocen que Pdvsa ha estado presionando a sus socios minoritarios para que aumenten su producción, pero las cuentas sin pagar, las pérdidas y las sanciones de Estados Unidos que les prohíben producir y comercializar el crudo, provocaron su salida.

Russ Dallen, managing partner for Caracas Capital Market, dijo en un informe sobre la transacción: “El Aissami se ha apoyado en empresas conjuntas como Petrocedeño para invertir más capital y producir más, y cuando los socios de riesgo compartido se mostraron reacios a causa de sus facturas impagas y pérdidas, él ordenó los cambios y el gasto utilizando el control mayoritario de Pdvsa”.

Al final, Maduro se quedó con un activo de 1,400 millones de dólares. De acuerdo con el informe de Caracas Capital, “Total y Equinor le dieron un gran regalo al régimen de Maduro al entregarle su 40% de Petrocedeño por básicamente un dólar y una garantía de no responsabilidad. Maduro, que nunca fue el cambur más brillante del racimo, se jactó de sus ´negociaciones exitosas´, de que su régimen ahora tenía el control de 100% de un ´activo de $10 mil millones, en lugar de darse cuenta de que había perdido a sus socios extranjeros que tenían todo el conocimiento y la experiencia».

Total y Equinor, no obstante, no han abandonado Venezuela porque mantienen sus proyectos de gas natural que sí se ajustan a sus planes enmarcados en la transición energética. La primera posee una licencia en la empresa Yucal Placer, donde tiene una participación de 69,5%; mientras que Equinor tiene 51% en el proyecto de Cocuina de la plataforma deltana, donde la francesa es socio minoritario con el restante 49%.

Por su parte, al comentar sobre el retiro de Total y Equinor de Venezuela, Antero Alvarado, managing partner y director para Venezuela de Gas Energy Latin America, aseguró que la salida de estas multinacionales “sin pedir compensación de parte de Pdvsa, ha disparado alarmas sobre el futuro de las petroleras internacionales en el país”.

Y como un efecto dominó, en días recientes la petrolera japonesa Inpex Corp vendió dos activos de petróleo y gas en Venezuela a Sucre Energy Group, una empresa privada de exploración y producción que se enfoca en mejorar los campos maduros en América Latina, según informó Reuters.

Sucre Energy, con sede en Caracas, compró la participación de 70% de Inpex en la sociedad de gas natural Gas Guárico con Pdvsa, así como la participación de 30% en la empresa mixta Petroguárico.

“Inpex es la última empresa de una serie de importantes petroleras en abandonar activos que alguna vez fueron prometedores en Venezuela, que tiene las reservas de crudo más grandes del mundo, pero sufre por hiperinflación, corrupción y sanciones a Pdvsa, con las que Washington busca forzar la salida del poder del ilegítimo presidente Nicolás Maduro”, indicó la agencia de noticias.

Sin embargo, para Reuters la entrada de Sucre Energy Group muestra cómo las empresas locales están llenando cada vez más el vacío dejado por las multinacionales en el sector petrolero a medida que el gobierno reduce la intervención en la economía y las restricciones al sector privado, con la esperanza de atraer inversiones ante las sanciones estadounidenses.

Ahora, la salida de estas empresas también les abre las puertas a Rusia, China e Irán, así como a operadores regionales “opacos” o de dudosa procedencia, para que ocupen esos espacios.

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