El vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Infectología (SVI), Manuel Figuera, indicó que se ha vuelto “casi común que los pacientes que estamos hospitalizando con un cuadro muy crítico de COVID-19, con más de 10 días sintiéndose mal, estaban tomando medicamentos sin ningún aval científico sobre la enfermedad”.
Desde hace más de una semana infectólogos venezolanos advierten de la existencia de los llamados “combos anticovid”, los cuales están compuestos por acetaminofén, azitromicina, loratadina, ivermectina, aspirina, zinc, vitamina C y D, y son comercializados por revendedores como un tratamiento para la COVID-19.
El vicepresidente de la SVI explicó que estos medicamentos no funcionan contra la enfermedad ni detienen la infección. “No hay ninguna evidencia que las vitaminas, el zinc, la melatonina, azitromicina, ivermectina y otros medicamentos funcionen contra la COVID-19”, dijo.
“El principal riesgo que las personas enfrentan al consumir estos productos está en que piensan que en cuestión de días mejorarán, pero ocurre lo contrario, siguen empeorando”, añadió.
En consecuencia, al creer que el medicamento está funcionando retrasan una adecuada atención de salud y por eso, “las personas que están ingresando a los centros están en tan malas condiciones”, enfatizó Figuera.
El especialista señaló que los coloquialmente apodados combos anticovid aparecieron en otros países desde el principio. “En San Salvador e se prometía la cura de la COVID-19 con distintos elementos que no contaban con ningún respaldo científico. De igual manera en Estados Unidos con la FLCCC, una alianza que promueve un esquema que implica un esteroide muy potente y que incluye ivermectina. Estos combos son totalmente absurdos en distintos aspectos y en Venezuela, lamentablemente, estamos en circunstancias donde la pseudo ciencia se está promoviendo desde esferas gubernamentales, con el carvativir”, señaló.
El infectólogo explicó las razones por las que estos medicamentos no funcionan contra la COVID-19:
1. Los antibióticos no funcionan contra las infecciones virales
Figuera indicó que los antibióticos “no funcionan contra las infecciones virales, sino contra las infecciones bacterianas”. Motivo por el cual no atacan una enfermedad como la producida por el virus SARS-CoV-2. “Estos combos no tienen ninguna función porque los antibióticos no tienen ninguna función con una infección viral”, reiteró.
2. El uso de distintos tipos de antibióticos es contraproducente
El médico señaló que cuando un paciente tiene una infección respiratoria bacteriana se suele indicar un solo antibiótico. “Resulta absurdo que contra una infección viral haya combos que incluyen hasta tres tipos de antibióticos, lo cual genera una mayor posibilidad de efectos adversos y que las personas terminen con arritmia o efectos secundarios por el uso de distintos tipos de medicamentos”, dijo.
“Además, todas estas combinaciones que están haciendo pueden producir un mayor riesgo de resistencia. El abusar de los antibióticos permite que las bacterias que puedan estar en el ambiente o en las personas se vuelvan resistentes a ellos y en el futuro no les funcionen a las personas que las consuman” expresó.
El vicepresidente de la SVI explicó que existe el caso de una enfermedad que es tratada con cuatro drogas, la tuberculosis. Su esquema y uso se estudiaron para que fuesen eficaces y seguras, “a diferencia de las ofertas engañosas que hay en el país y que no cuentan con estudios que brinden seguridad y eficacia al consumirlas combinadas”.
3. La ivermectina no cuenta con evidencia que asegure que funciona
A pesar de que personas afirman por redes sociales u otros medios que este medicamento los ayudó a superar la COVID-19, Figuera enfatizó que la ivermectina “no tiene evidencia que señale que funcione contra esta enfermedad y por eso la sacaron del estudio Solidaridad”. Además, un artículo reciente de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), demostró que no sirve contra la COVID-19.
4. La ozonoterapia, el dióxido de cloro y el carvativir son ofertas engañosas
El infectólogo señaló que la ozonoterapia “es una oferta engañosa que no tiene sentido científico”. De igual manera el dióxido de cloro es considerado “un fraude de salud y también es tóxico para el ser humano por las altas concentraciones usadas”. Señaló que lo mismo se repite al promover unas gotas milagrosas, carvativir, sin ningún respaldo científico.
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