Venezuela sigue teniendo “salarios de esclavos” pese al incremento salarial de 28,90 dólares, dicen sindicalistas

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La noche del jueves 3 de marzo, Nicolás Maduro anunció un nuevo aumento salarial para los trabajadores, el cual estará anclado al Petro. Si bien lo anunció como una novedad, lo cierto es que cuando se produjo la reconversión monetaria en 2018, el gobernante informó que había fijado el salario mínimo en medio Petro, pero esto no lo cumplió.

Ahora, de acuerdo con lo señalado por Maduro, el salario mínimo será el equivalente a medio Petro, lo que significa que se ubicará en 126,32 bolívares (28,90 dólares). Mientras, el bono de alimentación, que aplica solo para trabajadores activos, no pensionados, será de 46 bolívares (10,52 dólares). Esto lleva el salario integral a 172,32 bolívares, lo que equivale a 39,42 dólares, según la tasa del Banco Central de Venezuela del viernes 4 de marzo.

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En la actualidad, el salario mínimo se ubica en 1,60 dólares al mes o 7 bolívares, con la suma del bono alimentación de 3 bolívares el salario integral se sitúa en 10 bolívares (2,28 dólares).

De manera que el incremento del salario integral fue de 1.623%. Sin embargo, Maduro no aclaró a partir de cuándo entraría en vigencia el nuevo aumento

Según un estudio del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) sobre los salarios devengados por los trabajadores en el Área Metropolitana de Caracas, el promedio se ubica en 89,1 dólares mensuales. Mientras, el salario mensual de un obrero ronda los 80,20 dólares mensuales; el de un profesional está en 135 dólares y el de un gerente es de aproximadamente 210 dólares

Para adquirir la canasta básica en enero se requerían 365 dólares, lo que representó un aumento de 45,4% con relación a su valor en enero de 2021, de acuerdo con el OVF.

En febrero, una familia de cuatro personas necesitaba 110,15 bolívares o 23 dólares para adquirir la «cesta de supervivencia», reportó también el OVF. La canasta es equivalente a 60% de las necesidades calóricas de una familia, e incluye azúcar, sal, caraotas, harina de maíz, aceite, pasta, bebida láctea, arroz y sardinas.

Salario mínimo por debajo de Haití

Para Froilán Barrios, secretario general de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) e integrante del Frente Autónomo en Defensa del Empleo, Salario y Sindicato (Fadess), el salario venezolano es comparable con las ganancias de un esclavo. «Venezuela está en la cola de los países que pagan salarios en condiciones de esclavitud. Esta es una burla más, este aumento salarial que no se compadece para nada con la situación de los trabajadores».

Explicó que en el año 2018, un salario mínimo estaba estimado en 1.800 bolívares soberanos, que equivalen a medio petro «lo mismo que hoy. Esa relación nunca se respetó, a tal punto que comenzamos con 30 dólares y terminamos en enero de 2022 con un dólar que valía 4.000.000 de bolívares. Ese va a ser el destino que estamos viendo con estas medidas, porque no tienen nada que ver ni con un plan económico, una política fiscal, una política monetaria, una política de impulso de la producción en Venezuela».

Asimismo, Dick Guanique, secretario ejecutivo de la CTV y coordinador nacional del Fadess, aseguró que este nuevo salario no es comparable ni con Haití: «Ni siquiera alcanza al salario de Haití que está por encima de los 50 dólares, es decir, que el salario venezolano sigue siendo el salario más bajo de todo el continente. Con la inflación más alta de todo el continente, con la carencia de empleos más alta de todo el continente. Es decir, que indudablemente este incremento no permite recuperar el poder adquisitivo del salario, ni tampoco se apega al artículo 91 de la Constitución que establece como parámetro del establecimiento del salario mínimo la canasta básica».

Por su parte, Maryolga Giran, directora de Girán Abogados & Asociados y presidenta de la Comisión Laboral de Conindustria, consideró que se trató de un anuncio escueto. «Como no tenemos Gaceta en estos momentos no podemos precisar exactamente de cuánto fue el aumento. El anuncio de Nicolás Maduro fue muy vago e impreciso, él habló de que el salario mínimo se iba a incrementar a medio petro, pero no quedó claro si se va a llegar al medio petro con la salarización de los bonos que se le otorga a los empleados públicos o si es el medio petro más la salarización de los bonos».

Canasta básica inalcanzable

Oscar Meza, director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), explicó que a inicios del año se necesitaban más de 300 salarios mínimos para poder costear una canasta básica; sin embargo, con este incremento ese requisito disminuye aunque aún es imposible satisfacer las necesidades de una familia de cinco miembros.

«En el mes de enero, hacían falta 308 salarios mínimos para poder cubrir el costo de la canasta alimentaria, es decir, 15 dólares diarios para poder cubrir los alimentos de cada miembro de una familia de cinco miembros. Por lo tanto, al mes de enero se necesitaban 90 dólares al mes. Ahora, si el salario mínimo es de 30 dólares, viene siendo apenas un tercio de lo que es la canasta alimentaria per cápita y se requerirían 15 salarios mínimos para poder adquirir la canasta básica si tomamos como referencia el precio del mes de enero de 450 dólares, el valor de la canasta», dijo Meza.

Agregó que si se aplica todo el ingreso mensual de los 40 dólares, es decir, sumando las cestas tickets, “aún tendríamos un déficit de 91% respecto al precio total de la canasta alimentaria. Pero respecto a lo que teníamos hace 24 horas, no es lo mismo 308 salarios mínimos que 15 salarios mínimos. En consecuencia, hay una ligera mejoría, pero no garantiza el bienestar de los trabajadores porque un salario mínimo debería ser suficiente para poder adquirir una canasta alimentaria y con este nuevo sueldo se necesitan al menos 11,25 ingresos mínimos».

Giran insistió en que ante la ausencia de una Gaceta Oficial no queda claro cuál será el beneficio real de dicho aumento: «Él habló (Maduro) acerca de aumentar el salario a medio petro y después habló de que iba a salarizar los bonos, habrá que esperar la Gaceta para saber cómo va a quedar eso. Suponiendo que se llegue al medio petro, incluyendo la salarización de los bonos, es decir, se paga el medio petro y ya no se da más bono, en ese caso el impacto va a ser fundamentalmente para los trabajadores del sector público, los pensionados y jubilados. Eso es un monto bastante importante, sobre todo si tenemos en cuenta que al estar anclado al petro eso pudiera ir variando mes a mes, porque él también invitó a estar pendientes de cuánto va a variar el petro».

Dijo que al estar anclado al petro podría varía según el precio del petróleo. «Creo que una de las principales angustias es que no va a haber certeza del salario porque el petróleo, así como sube, también baja. Ese es el problema de atar el salario a un comodity. Pudiera ser que, con todo este zaperoco de la guerra, el salario suba porque el petro sube, porque va a subir el precio del petróleo, pero eso va a suceder mientras tanto y no sabemos tampoco cómo esto está afectando al petróleo de Venezuela que tiene un precio distinto y cómo nos van a afectar las sanciones con respecto al petróleo nuestro. El monto del salario desde mi punto de vista es irrelevante, lo relevante es cuánto adquieres. El problema es que el abismo entre los 30 dólares y el precio de la canasta es una brecha demasiado grande. La canasta básica está cerca de los 500 dólares mensuales».

Sector privado posee mayor remuneración

Maryolga Giran también detalló que el nuevo salario no favorece a ninguno de los sectores, aunque el privado posee una remuneración superior: «No se está favoreciendo, ni otorgando un aumento que sea suficiente para que los trabajadores puedan adquirir los productos de la cesta básica y le quede la posibilidad de hacer otras cosas, como el esparcimiento, la posibilidad ahorrar. Ahí tampoco están metidos los alquileres o precio de los servicios».

En cuanto a lo que se está pagando en la empresa privada, aseguró que los salarios están más o menos en una media, entre los 80 y 120 dólares, “hablando de los operarios de la nómina diaria. Por lo general, siempre se toma como referencia la tasa del dólar más alta del mes anterior para pagar la nómina. En cuanto al sector privado el impacto, sobre todo en la industria, será muy poco. Yo diría que insignificante porque la industria está muy por encima de los 30 dólares mensuales, quizás en algunos comercios pequeños, sobre todo al interior del país, podría notarse algún efecto”.

Además, advirtió que todo aumento salarial que no esté atado a la productividad o aumento de la producción es inflacionario. “Siempre los aumentos se diluyen de una manera muy rápida, porque en la misma medida en que se aumentan los salarios, aumentan los precios y al suceder esto, volvemos a quedar exactamente igual».

Guanique reconoció la diferencia de salarios entre los sectores: «Si comparamos entre los salarios mínimos del sector público y privado, tendremos que decir que hay una seria diferencia entre los ingresos de los trabajadores. Indiscutiblemente que ambos salarios todavía no alcanzan los niveles para cubrir la canasta básica, pero en el sector privado el salario está en mejores condiciones y también hay que mencionar el tema de las contrataciones colectivas y otros beneficios del sector privado, en el sector público las contrataciones colectivas están prácticamente anuladas».

¿Cuánto debe ganar el venezolano?

A juicio de Guanique, no hay conocimiento de las estrategias adoptadas por Maduro: “Desconocemos cuáles son las variables que toma Maduro para establecer el salario mínimo. Sabemos que hay un reclamo generalizado de los trabajadores, de los jubilados y pensionados, porque el salario no les alcanza para su manutención, la compra de medicinas, entre otras. Este salario sigue siendo un salario de hambre y es un nuevo engaño a los trabajadores venezolanos. Creo que habría que establecer el criterio de que el salario del trabajador definitivamente debe establecerse en dólares y que la discusión no puede ser exclusivamente sobre la base del salario mínimo, sino de su condición de trabajo, es decir, igual trabajo, igual salario, que es un criterio de ley».

Explicó que de acuerdo con lo estudiado por el Fadess, el venezolano debe ganar más de 300 dólares mensuales. «En segundo lugar: la capacitación, formación, capacidad de producción de cada trabajador también debería ser tomada en cuenta para el establecimiento del salario. Desde el Fadess creemos que el salario del trabajador debería girar entre 300 y 400 dólares mensuales, más todos los beneficios de una contratación colectiva».

Meza también aseguró que mientras estas medidas económicas no sean tomadas en consenso no habrá resultados positivos: «En la medida que no se reactive la economía, no se puede obtener crecimiento en el poder adquisitivo real del salario, que es sobre la base de la producción y la productividad. Este aumento salarial no es sobre esta base, sino sobre la base de un decreto por lo tanto y lo que se va a emitir son bolívares.”

Añadió que los pensionados “no sabemos tampoco cómo nos van a pagar. Esto sale de emitir dinero sin respaldo en las reservas internacionales y sin respaldo en la producción. No sabemos ni siquiera si al final del año pasado hubo un incremento en la producción porque el gobierno no ha publicado las cifras. Es muy difícil creerle a Maduro lo que dice, porque no suena convincente y el Banco Central tampoco lo ha publicado».

Sobre un posible mejoramiento de la economía nacional, indicó que «en el caso de que se haya producido un incremento económico, o por lo menos una ralentización de la caída de la economía, sería muy poco en comparación a lo que hemos perdido: 80% del producto interno bruto. Se dice fácil, pero significa que se pierde la oferta de bienes y servicios, de empresas, de empleos y, por lo tanto, de la calidad de vida, partiendo de que el salario debería ser suficiente para garantizar los alimentos y lo esencial”.

Meza dijo que si esto se compara con lo que serían las necesidades no solamente de alimentación, sino de las necesidades una familia de cinco miembros, “estaríamos hablando de una necesidad no menor a los 900 dólares, entonces, es muy lejano, aun cuando se sumaran dos salarios mínimos. La inversión y el consumo se pueden reactivar de manera sostenida a través del crédito, pero en este país no existe el crédito».

Mientras, Barrios insistió en que Venezuela posee el salario más bajo de la región: «Ecuador, que es otra economía baja, tiene un salario mínimo superior a los 400 dólares y los márgenes de salarios mínimos en América Latina se ubican entre los 150 y 400 dólares mensuales, con la particularidad que esas cantidades las gana un porcentaje mínimo de la población, entre 20% y 25%. Aquí un salario mínimo, prácticamente, lo está ganando todo el mundo porque se ha convertido en el salario promedio del mercado, sobre todo en el sector público”.

En el caso de Venezuela, advirtió que “es grave la situación. La OIT (Organización Internacional del Trabajo) ha establecido un salario mínimo en relación con la situación de pobreza extrema y aquellos países que estén en pobreza extrema es porque tienen un ingreso salarial cercano a los 2 dólares diarios, es decir, entre 45 y 60 dólares mensuales, que en su mayoría son los países de África y algunos países del Asia del sureste».

A su juicio sigue siendo un salario “del inframundo el que tenemos acá. Eso obliga que los trabajadores venezolanos tengan que realizar dos y tres trabajos, sobreexplotarse en jornadas super agotadoras de 12 y 15 horas diarias para poder obtener el sustento básico de la comida. Este aumento podría generar que se aumente la diáspora, porque es una medida improvisada sin ningún tipo de planificación ni concertación con los demás sectores».

Para Giran el aumento de salario tiene que responder a una política macro, donde haya aumento de la producción, acceso al crédito, “donde haya una rebaja del encaje y un incentivo a la producción nacional. Que se pongan aranceles a los productos terminados importados y no se liberen, mientras que por los nuestros sí tenemos que pagar. El efecto lo vamos a ver en un par de meses que seguramente ya se ha diluido dicho aumento. Los acuerdos salariales tienen que ser el resultado de un acuerdo tripartito entre los trabajadores, empleadores y el gobierno, eso no se ha hecho en los últimos 23 años y hay que retomarlo en algún momento”.

Es de la opinión de que “hay que escuchar al sector de los empleados, a los trabajadores y no simplemente que sea un anuncio de tipo político por una situación coyuntural. En estos momentos, el máximo empleador es el gobierno, que tiene cinco millones de trabajadores; mientras que la industria privada solamente tiene 178.000, la diferencia es abismal. Indudablemente que el gobierno tiene que tener una caja bastante grande para poder hacer frente a este incremento en dólares».

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Keissy Bracho
Keissy Bracho
Licenciada en Comunicación Social, mención Periodismo Audiovisual Especializada en Comunicación Política, Opinión Pública, Marketing Político, Gestión de Políticas Públicas. Aprendiendo de Género

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