Rebeca Campos es una joven promesa del karate en Venezuela. Fue seleccionada para representar al país en el Campeonato Panamericano de Karate Do, en la ciudad de Santa Cruz de Bolivia, del 24 al 30 de junio.
Con 17 años de edad, este año lució sobre su cuello las medallas de oro del I Campeonato Open Nacional de Mérida, en enero; del Campeonato Nacional Inter Asociaciones e interclubes de Valencia, en abril; la Copa Aniversario del Centro Portugués, en mayo; y la Copa Budokai en Caracas, en mayo.
La atleta, destacada en la especialidad Karate Do (kumite), en la categoría -53Kg 16/17 años y estudiante de Estudios Internacionales en la Universidad Central de Venezuela (UCV), contó que comenzó a dedicarse a esta disciplina deportiva cuando tenía ocho años de edad, en el auditorio de la Central.
“Lo que más me gusta de mi deporte es que tengo mucha disciplina, respeto y me ayuda a alcanzar mi máximo potencial, de manera, deportiva. Durante la pandemia, me retiré del karate, hasta que lo retomé en noviembre de 2023”, recordó como uno de los momentos en los que dudó de la posibilidad de continuar en dicha disciplina.
Camino al éxito
Campos, como muchos atletas nacionales, tiene limitaciones económicas para poder hacer realidad su sueño de participar en una competencia internacional. Pese a que sus logros en tierra venezolana han sido satisfactorios, se hace necesario solicitar ayuda de padrinos o madrinas que quieran apoyarla para alcanzar el objetivo y enarbolar la bandera tricolor en otras latitudes. En esta ocasión en Bolivia, campeonato para el que resultó seleccionada gracias a sus logros de este año.
“Mis logros más recientes han sido haber obtenido oro en dos competencias nacionales y, obviamente, quiero llegar lo más lejos que pueda en las competencias internacionales y nacionales. La Federación no cuenta con los recursos suficientes para ayudarme a llegar a la competencia en Santa Cruz, Bolivia, así que me gustaría contar con apoyo económico para poder viajar”, dijo.
La Federación Venezolana de Karate Do no dispone de recursos para costear el viaje de Campos, que según estimaciones los gastos de su participación ronda los 3.000 dólares. Así que la atleta y su familia han iniciado una campaña para conseguir padrinos que quieran apoyarla y ayudarla a llegar hasta Bolivia para dar lo mejor de ella en el Dojo.
El sueño
“Uno de mis sueños siempre ha sido representar a Venezuela internacionalmente y lograr el triunfo que lleve al sitial de honor que nuestro país se merece, de esta manera cumplir con el sueño bolivariano de la patria grande”, dice una comunicación enviada por Campos a los entes gubernamentales pidiendo ayuda económica para llegar a la competencia.
Aseguró que su ejemplo a seguir es la atleta Yorgelis Salazar (karateca venezolana), “que es una karateca ejemplar y siempre ha sido mi modelo”. También envió un mensaje de esperanza: “Nunca abandonen sus sueños, aunque a veces se sientan desanimados y no quieran seguir. Siempre se puede hacer un poco más y retomar lo que tanto te gustaba”, concluyó.