Las cifras de venezolanos que han emigrado están por encima de los 6 millones y de esa cantidad más de la mitad se concentra en tres países andinos: Colombia, con 2 millones; Perú, donde se cuentan casi 2 millones y medio; y Ecuador, con alrededor de 400.000. Justamente en estas naciones es donde se han hecho notorias algunas expresiones de xenofobia en las protestas, situaciones de violencia o declaraciones de dirigentes políticos, aunque también están casos similares en Argentina, Chile y Panamá.
Estos números corresponden al monitoreo demográfico que realiza el Observatorio de la Diáspora Venezolana, cuyo coordinador es el sociólogo Tomás Páez Bravo, quien matiza las expresiones de rechazo al señalar que muchos de esos casos provienen del tratamiento noticioso que reciben hechos puntuales por parte de algunos medios de comunicación y no por un sentimiento masivo.
“La xenofobia contra los venezolanos arranca en casa”, sentencia Páez. “El peor xenófobo de los venezolanos es el gobierno venezolano porque niega la existencia del hecho migratorio y lo desconoce”, acota.
A través del observatorio que encabeza, de su programa radial “La Voz de la Diáspora” y de las declaraciones o entrevistas, Páez ha asumido el apostolado de explicar cómo la migración -y la venezolana no es la excepción- contribuye a reducir la pobreza y generar riqueza en el país receptor de esos ciudadanos. En su discurso señala cómo se construyó Estados Unidos o narra la experiencia de Venezuela con la llegada de las migraciones europeas y latinoamericanas durante buena parte del siglo XX.
Considera que el gobierno del presidente colombiano Iván Duque ha dado un ejemplo al mundo con la firma del decreto que crea un estatuto de protección temporal para los venezolanos, porque otorga seguridad jurídica para trabajar legalmente y tener acceso a la seguridad social de ese país.
Páez es del criterio de que los venezolanos continuarán migrando y, por consecuencia, la población del país se irá reduciendo debido a que no han cambiado las condiciones políticas, económicas y sociales que han existido en más de 20 años de la llamada revolución bolivariana, pero sobre todo durante la gestión de Nicolás Maduro desde 2013.
“Los venezolanos que están migrando son los que están en edad productiva y reproductiva entre los 17 y 40 años de edad”, señala.
