Representantes de Fe y Alegría propusieron a los docentes y a la sociedad venezolana la conformación de la Alianza por la Educación, con el objetivo de poner en manifiesto el deterioro de la educación que reciben los niños, niñas, adolescentes y jóvenes universitarios en el país.
El padre Manuel Aristorena, director general de Fe y Alegría, resaltó la deserción de personal docente en las escuelas del país: “Entre 2018 y 2021 hemos perdido a nivel nacional 166.338 docentes. Un 25% del total, uno de cada cuatro se fue. 60% buscó una ocupación más lucrativa y 40% emigró. Un niño sin educación es un problema de toda la sociedad, porque nuestros niños y jóvenes se lo merecen”.
Explicó que una de las principales causas es el salario de los docentes. “Hace 25 años lo que ganaban en un mes actualmente tienen que trabajar dos años para conseguir ese mismo monto. Por eso, casi todos los docentes necesitan un trabajo alternativo, que los distrae de su trabajo como docente”.
La deserción escolar no es solo un tema de docentes, sino también de los estudiantes. “Si revisamos las evaluaciones, nos encontramos que casi 80% de los niños y adolescentes al terminar la primaria no tienen capacidades para una lectura comprensiva ni crítica. Casi un millón de niños y jóvenes no asisten a la escuela, los que asisten desertan en los últimos años porque les parece aburrida y poco pertinente, sienten que no les prepara para la vida ni para un futuro productivo”, dijo.
Reconoció que los problemas relacionados al déficit de docentes vienen presentándose desde la década pasada: “En 2014, el mismo Ministerio de Educación afirmaba que había una situación crítica causada por la necesidad de docentes y en 2018 se supo que faltaban 1.500 docentes de matemáticas en todo el país. Por ejemplo, si en 2021 solo se graduaron 27 docentes de matemáticas, no hacen falta 26 años para conseguir los nuevos 1.500 docentes de matemáticas”.
Aseguró que esta situación también se presenta en las universidades. “En 2011, la Universidad Católica tenía 2.000 estudiantes y en el año 2021 solo ingresaron 400 en las ocho menciones que tiene. Es un problema enorme que hay que afrontar muy en serio con políticas públicas, porque sin docentes no hay escuelas”.
El padre Aristorena aseveró que «en Fe y Alegría ofrecemos 68 años de trabajo ininterrumpido, comprometidos con los sectores populares. Ofrecemos un modelo educativo que lo hemos plasmado en el Programa Escuela, como la escuela necesaria de calidad. Ofrecemos nuestro modelo de gestión con cuatro programas y casi 10.000 trabajadores: docentes, administrativos y obreros, a 130.000 alumnos y participantes de la mano de la comunidad. Ofrecemos nuestra propuesta de formación de personal, nuestra publicación Enseña. Ofrecemos ubicación en más de 360 puntos geográficos y nuestra red de emisoras educativas y comunicadoras. Ofrecemos el modo de hacer uso eficiente de los recursos, nuestro nombre y corazón que es un reflejo ineludible de nuestra identidad”.
Unidos por la educación
Por su parte, Luisa Pernalete, coordinadora de Educación por la Paz, invitó a la sociedad a “cuidar al educador». «La sociedad venezolana tiene que agradecerles a los maestros que perseveran porque gracias a ellos se está subsidiando la educación. Es verdad que no podemos pedirle permanentemente heroísmo al maestro, pero hay que decir que si tenemos escuela todavía es porque hay muchísimos maestros que están perseverando y que combinan su trabajo en el aula con otros trabajos para seguir subsidiando su vocación de maestro”.
Explicó que en Fe y Alegría “hemos aprendido a ser malabaristas porque ante la ausencia, sobre todo de profesores en bachillerato, hay profesores que tienen que agarrar otras materias y los directivos están dando clases para no desatender a los muchachos. Es importante que la sociedad se alíe para ayudar a la educación, que lleva varios años en emergencia, y recordar que sin maestros no hay escuelas”.
Noelbis Aguilar, directora del Programa Escuela de Fe y Alegría, convocó a la sociedad a acompañar la lucha de los docentes “porque de ellos depende que la escuela se dinamice. De ellos depende que le podamos hacer la vida feliz a tantos niños, niñas y adolescentes; sobre todo, los de los sectores vulnerables, porque el único sitio donde ven la posibilidad de crecer en su proyecto de vida es en la escuela”.
Exhortó también a las autoridades del Ministerio de Educación a sentarse a dialogar con Fe y Alegría para encontrar soluciones y “mejorar las condiciones de los maestros y, en consecuencia, mejorar las condiciones de nuestro proyecto de aprendizaje. A veces el ingreso es importante, pero no hay mayor alegría que cuando uno ve a la gente ser exitosa”.
Finalmente, el padre Luis Ugalde, exrector de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), sentenció que “una educación de mala calidad, mata. Por eso, en estos momentos hay una gran cantidad de niños y jóvenes que están muriendo por la educación de mala calidad y está muriendo su futuro. Entonces, cuando Fe y Alegría lanza esta invitación para la Alianza por la Educación, a mi modo de ver, está diciendo varias cosas”.
Invitó a los venezolanos a considerar los beneficios de la propuesta de Fe y Alegría: “Sin alianza no tenemos salida, la crisis es de tal calibre que ningún actor solo puede resolver. El Estado venezolano debe priorizar la educación y otros sectores se deben restringir porque no son prioritarios. Hace falta la alianza, uno solo no se salva de este naufragio que está viviendo Venezuela y eso comienza por los dolientes. El primer doliente es la familia porque con esta educación nuestros hijos no tienen futuro”.
Foto: Raúl Romero