Este miércoles abandonaron las cárceles donde cumplían condena los líderes independentistas catalanes indultados por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. La aplicación de la medida de gracia, aprobada ayer por el Ejecutivo español, conmuta el tiempo que les quedaba por cumplir de las penas de entre nueve y trece años de prisión a las que fueron condenados por el intento secesionista de octubre de 2017, que incluyó un referéndum ilegal sobre la secesión y una declaración unilateral de independencia.
A la salida, los esperaban decenas de cargos y simpatizantes independentistas. Los siete presos indultados se dirigieron a los presentes. Para Oriol Junqueras, «hoy no se acaba nada, todo continúa». «Continuamos el compromiso, el esfuerzo y el trabajo por la libertad de todas las personas», ha subrayado. «La cárcel no nos doblega, sino que refuerza nuestros convencimientos», aseguró.
El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, advirtió que los catalanes ya no tienen «miedo» y recalcó que «hoy no es un día de renuncia»: «La represión no nos ha vencido y no nos vencerá. No nos han hecho callar y no callaremos nunca», aseguró el presidente de Òmnium, convencido de que el Estado les ha concedido el indulto por la «presión de Europa y de los catalanes».
Por su parte, el expresidente de la ANC y actual secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, señaló que «hoy es un gran día» porque los presos salen «todos juntos, dignos, unidos, en pie». «No nos echaremos atrás. No aceptaremos ningún silencio a cambio de ningún indulto», dijo.
Los indultos son individuales, parciales y reversibles si los afectados vuelven a cometer un delito grave y además, se mantienen las penas de inhabilitación para ejercer cargo público o trabajar en organismos oficiales.
Fuente: DW