La libertad de Miguel Rodríguez Torres, militar de 59 años, se habría discutido en la visita a Caracas del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, el jueves 19 de enero en horas de la noche cuando habló directamente a su amigo Nicolás Maduro en Miraflores.
En el canal del Estado, Venezolana de Televisión, el narrador informaba que se trataba de un encuentro para facilitar las negociaciones de paz entre el ELN y el gobierno de Gustavo Petro en Colombia, en las que Maduro es facilitador, y las conversaciones en México con la oposición venezolana.
Pero el periodista Vladimir Villegas informó la noche del viernes que Zapatero gestionó la excarcelación del exministro, cuya esposa vive actualmente en España, en donde podrían reencontrarse.
Posteriormente, este sábado 21 de enero, a las 8:00am, Villegas escribió en su cuenta de Twitter @Vladi_VillegasP, que había finalizado la audiencia de presentación de Rodríguez Torres en la Corte Marcial, y que la juez del Tribunal 1 de control en casos de terrorismo había decidido ponerlo en libertad, luego de que el Ministerio Público solicitara anular la orden de captura.
Añadió Villegas que el exministro del Interior y Justicia saldría a las 9:00am de este sábado hora Caracas, hacia Madrid, vía República Dominicana, acompañado por José Luis Rodríguez Zapatero.
Justo el día de su cumpleaños 59 habría recibido libertad plena; antes de que registrara cinco años en prisión, recluido entre los calabozos de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y una cárcel de máxima seguridad en Fuerte Tiuna; donde aseguran se habría deteriorado severamente su salud. Fue detenido el 13 de marzo de 2018.
Era uno de los más de 200 presos políticos de Venezuela y su liberación se ajusta, según fuentes extraoficiales, a las negociaciones acordadas en México.
Pieza de Diosdado Cabello
Rodríguez Torres no es cualquier preso político. Es un mayor general del Ejército que gozó de la confianza de Hugo Chávez, a quien acompañó a dar el intento de golpe de Estado el 4 de febrero de 1992. Fue el encargado del asalto a la Casona, la casa residencial del presidente, y en el evento fueron asesinados 4 uniformados.
Tras fracasar el intento, estuvo detenido por más de dos años hasta que fue liberado por el indulto del presidente Rafael Caldera.
Cuando Chávez ganó la Presidencia, ejerció como director de inteligencia que dio la transición de la Disip al Sebin. Fue llamado por Maduro para ocupar el Ministro de Interior y Justicia hasta el 2014. Lo sustituyó Carmen Meléndez.
Como director de inteligencia se le atribuyó el encarcelamiento de decenas de opositores, siendo el más notorio el desmantelamiento de campamentos estudiantiles que fueron apostados exigiendo la salida del Gobierno. Su lema de gestión era “A Toda Vida Venezuela”.
También se le acusa de crear “La Tumba”, una celda de máximo castigo en los sótanos del Sebin en Plaza Venezuela, donde habrían estado, entre otros, el hoy fallecido general Raúl Baduel, quien irónicamente también fue ministro y desertor del chavismo.
Fue el protagonista de enfrentamientos públicos con los colectivos que controlaban el centro de Caracas “Juan Montoya” y “5 de Marzo”. Uno de sus miembros, José Odreman, fue asesinado a disparos menos de dos horas después de culpar a Rodríguez Chacín de lo que le ocurriera. Las autoridades alegaron enfrentamientos con “una banda”.
Meses después y tras solicitudes de los colectivos, Rodrígues, Rodríguez Torres fue sacado del cargo. Los grupos alegaban que fueron usados para disolver protestas opositoras.
Acusado de crímenes atroces por Estados Unidos, en 2014 fue sancionado “por violación de derechos humanos”.
Pero más tarde ofrecía declaraciones políticas con claras oposiciones al régimen de Maduro y finalmente fue arrestado 13 de marzo de 2018 durante una rueda de prensa en el hotel President de Plaza Venezuela, donde hablaba en nombre de su naciente partido Movimiento Amplio de Desafío para Todos.
La Contraloría General de la República también le impuso un año de inhabilitación por investigaciones.
Se le acusó de “acciones contra la paz y la tranquilidad pública y en la conjura dirigida a atentar contra la unidad monolítica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana”.
Estuvo detenido en el Centro Penitenciario de Oriente, mejor conocido como «La Pica» en Maturín y luego devuelto a Caracas donde fue presentado en la corte militar.
Aunque se le acusaba de al menos seis delitos, se desestimaron cinco en la audiencia preliminar casi cuatro años después de su detención y fue apenas en agosto de 2021 cuando se le formalizó la acusación de instigación a la rebelión y hasta enero de 2023 esperaba el inicio del juicio.
Fuente: NTN24, @rociosanmiguel y @Vladi_VillegasP