La Policía del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. detuvo a 683 inmigrantes en siete plantas procesadoras de alimentos situadas en distintas localidades cerca de Jackson, Mississipi.
Según los informes disponibles, un total de 600 agentes habrían participado en la operación, desplegándose alrededor de las diferentes fábricas para evitar que los trabajadores no se dieran a la fuga.
La mano de obra de la zona donde se llevaron a cabo las redadas está formada principalmente por trabajadores de origen latino, en su gran mayoría procedentes de México. La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana informó que apoyará a los indocumentados de origen mexicano que hayan sido detenidos.