Para muchos el arte es abstracta, aunque para algunos artistas sea bastante obvia. Generalmente, cuando una persona que es ajena al arte ve una pieza puede tener diferentes conclusiones, incluso alejadas de la que quiso reflejar el artista con su obra. Por eso siempre es bueno tener la oportunidad de compartir ideas con quienes disfrutan de la observación detallada.
En esta oportunidad, HispanoPost conversó con el escultor venezolano José Luis Castillo, quien tiene más de dos décadas dedicado a reflejar su visión de la naturaleza a través de piezas metálicas.
“Mi trabajo viene de la observación de la naturaleza y realizo síntesis geométricas a través de la naturaleza. No busco imitarlas, sino que tomo ciertos elementos de ella y así desarrollo mis piezas. Sin limitar a la naturaleza, tomo ciertos elementos de ella y construyo a partir de eso como punto de partida”, comenta sobre su obra.
Dijo que ha sido un trabajo retador, en especial, por aquello de hacerse un nombre y ser diferenciado entre sus colegas. “En estos 25 años de trabajo, de poder ir desarrollando con el tiempo un lenguaje donde las personas la vean y digan: ‘Wow, esta pieza es de José Luis’ o esta es de otra persona. Eso es lo satisfactorio, que la gente diga que le pareció que esa pieza era mía por la forma. Esa es una de las maneras de establecer una firma, una marca”.
En cuanto a las dificultades de ser un artista plástico en un país como Venezuela, Castillo afirmó que se trata de un acto de resistencia. “Siempre ha sido una cuestión de necesidad y luego se convirtió en una cuestión de resistencia. El crear en estas condiciones y a pesar de todas las circunstancias, seguir apostando a esto como una actividad que me alimenta el alma muchísimo. Y, segundo, es muy gratificante poder ver los lugares donde he podido llegar con mi trabajo y las personas con las que he conectado por ello”.
El artista dijo que la mayoría de sus obras son de uso privado. Muchas casas y oficinas venezolanas son decoradas con sus piezas que reflejan la naturaleza nacional, como la oficina donde se desarrolló la entrevista, en la que se podían percibir dos esculturas relacionadas con la flor araguaney.
No obstante, todo el que atraviese la parroquia caraqueña de La Pastora también se puede apreciar en una de sus obras: “En el Ávila, junto al artista Rafael Vera, hicimos el Arco de las Puertas de Caracas en La Pastora; además de colecciones en casas privadas”.
El arte como motivación
Castillo invitó a que todos los interesados a no tenerle miedo a la posibilidad de descubrir nuevas pasiones. “Como artista veo que, de alguna manera, hay mucha gente que trata que esta pequeña llamita no se apague. Eso me parece genial para la educación, eso es sumamente importante sobre todo para los niños, para poderlos confrontar con la creatividad a través del arte pintando un cuadro o con un pedazo de plastilina. Es una forma de hacer que la gente se autodescubra y se pueda realizar”.
Agregó que le enorgullece saber que hay muchas personas que se han atrevido a perderle el miedo a hacer algo nuevo: “De hecho, conozco mucha gente mayor que después de mucho tiempo, que ha hecho millones de cosas en su vida, de repente dice: ‘Mira me compré una cosa y comencé a pintar’. Es ver cómo el arte sirve para alimentar el alma de cada persona y que cada quien se pueda nutrir de esto”.
Para Castillo, el arte es fundamental en la educación de los niños y adolescentes.“Es muy importante porque le permite a la juventud, en principio, expresarse a través de otros medios como la pintura, la fotografía, la escultura, el baile, lo que sea. Creo que eso suma muchísimo para la cultura, ya que produce otros estímulos en la sociedad que le permite desarrollarse en múltiples espacios que no son los convencionales”.
Resaltó que la variedad que ésta ofrece para que las personas se expresen les permite abrirse a nuevas experiencias y oportunidades. “Súper bueno cómo la gente se puede conectar a través del arte y descubrirse a ellos mismos. Se compran un lienzo y se ponen a pintar algo y se conectan. Ahí es una forma de sumar, de liberarnos y expresarnos a través de ella”.
Por ello, insistió en su llamado a que todas las personas, sin importar su edad o conocimiento de alguna disciplina, se arriesgue y lo intente: “Que se atrevan que experimenten., que investiguen, que estudien. Es un proceso bastante largo y denso, pero es importante tener conocimiento y saber quiénes son los actores de todo el proceso”.
Señaló que si la persona está determinada no debe detenerse en su intención de desarrollarse en aquello que le llame la atención. “Creo que lo que hay es que atreverse y no detenerse en cuanto a los procesos y las necesidades que tengan las personas para realizarse. Creo que una de las mejores cosas que te pueden pasar es conectarte con algo que realmente te guste hacer y mantenerte en eso”.
Expresión en voz alta
Es tal la motivación de Castillo de llevar arte a cada rincón, que confesó le gusta ayudar a las personas a que encuentren cómo expresar sus emociones y sentimientos a través del arte. En especial, cuando se trata de personas con necesidades especiales, como quienes tienen trastorno del espectro autista (TEA).
Castillo trabaja junto a la Fundación Autismo en Voz Alta, que está ubicada en Santa Fe, Caracas; y dijo que se trata de “una institución que brinda muchísima ayuda en formar a los niños y sus padres, a formar profesionales . Me gustaría que si se pueden sumar a esa iniciativa a que se acerquen por allá a colaborar”.
Su experiencia con la comunidad TEA la calificó como “gratificante”. “Colaboro con ellos. Es súper gratificante que, con ese pequeño aporte en herramientas, ellos puedan expresarse y conseguir esas llaves a través del arte. Es genial”.
