Rebekka Moreno se ha olvidado del periodismo. Por lo menos así lo dijo en esta entrevista con HispanoPost, en la que habló de sus emprendimientos y de cómo ha sobrellevado la pandemia.
Moreno, periodista graduada en la Universidad Central de Venezuela, comenzó a explorar otras formas de comunicarse con el público distinto a los medios de comunicación. Una vez que salió de Globovisión, donde era la encargada de la sección de espectáculos y fue fundadora del programa Sábado en la noche, le llegó la maternidad. Con el embarazo de su primer hijo, se dio cuenta de que podía hacer muchas cosas, que no necesariamente tenían que ver con el ámbito que la dio a conocer.
Esos descubrimientos los plasmó en un libro, Mamá con glamour, el cual a su salida recibió no pocas críticas. Las principales iban enfiladas a que ella estaba totalmente fuera de contexto, al publicar un texto con esas características en una economía que se venía a pique.
«Sin embargo, el tiempo ha pasado. He tenido la oportunidad de demostrar que a la gente le gustan también las cosas bonitas, poner una mesa encantadora, hacerles una piñata linda a sus hijos. Y, no por eso, están fuera de la realidad. Es una manera de reinventarse en medio de la adversidad», dijo.
Recalcó que ella tiene la posibilidad de vivir en otro país, como lo ha hecho su hermano, por ejemplo, pero ella decidió quedarse. Y si tomó esa decisión, entonces tenía que buscar la manera de trabajar por sus objetivos. «La gente cree que vivo en una fantasía y no es así. También padezco los problemas de luz, de agua, de Internet. Pero busco la manera de solucionarlos porque trabajar es lo único que sé. A veces duermo solo 2 o 3 horas, pero al día siguiente tengo la energía para enfrentar el nuevo reto».
Su esposo, quien la impulsó en su nuevo emprendimiento, Shop Mamá con Glamour, y sus hijos son sus pilares. Sobre esta experiencia, Rebekka Moreno comentó que no se trata de un proyecto ambicioso, sino de ofrecerle a sus seguidores algo de lo que a ella le gusta tener en su casa.
«Como este año no pude viajar, entonces me traje eso que me gusta comprar y ofrecérselo a la gente. Es algo pequeño, atendido por su propia dueña, ya que me encargo personalmente de todo: de las redes, de la venta, el embalaje, el envío, responder. En fin, todo lo que abarca. Y lo hago feliz porque le estoy dando un mensaje positivo a la gente», dijo.
No se ha olvidado del periodismo de espectáculo. Solo ha hecho una pausa. «Igual por la radio, antes de la pandemia, tenía mi programa diario en Onda junto a Simón Villamizar, que nos encargábamos de comentar tanto del entretenimiento como del acontecer diario. Ahora tengo un espacio una vez a la semana, junto con Ana Isabel Otero, Arroz con mango, donde hacemos de todo».
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