Correa podría presentarse como candidato en 2018

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    Rafael Correa ya da por hecho una segunda vuelta para el 2 de abril. Cuenta con que en esa próxima votación su candidato de Alianza País, Lenin Moreno gane a su adversario, Guillermo Lasso, «el más fácil de ganar». Sobre el traspaso de poderes a su sucesor, Lenin Moreno, se refirió de «príncipe guerrero a rey sabio», aunque también aseguró en el encuentro en el palacio presidencial con corresponsales extranjeros en Ecuador que, en el caso de ganar el líder del partido conservador esta primavera, volvería a la actividad política para el próximo año: «nos veríamos aquí y los volvería a derrotar». En principio tiene pensado fijar su residencia en Bélgica con su familia en los próximos meses alejado de «los insultos y las amenazas».

    Respecto a la inminente segunda vuelta, el presidente en funciones reconoció que tras los cálculos que había hecho, su partido se quedará fuera por 40.000 votos «aunque hemos ganado por aplastante mayoría, con una diferencia de más de un millón de votos».  Criticó también la «mediocridad» de su adversario al conformarse «con una segunda vuelta». «Si ellos están felices por haber logrado una segunda vuelta, allá ellos». Y calificó la campaña de CREO como «la rebelión de los pelucones que querían impedir el recuento de votos». A lo que añadió «viene una derecha cavernaria. Vamos a pelear la derecha del mundo». 

    En cuanto a la «muerte cruzada» una figura jurídica dentro de la Constitución ecuatoriana, da poder al Ejecutivo para disolver al legislativo. En el caso de que gobernase Lasso, tendría que hacerlo un Parlamento en el que, probablemente, el partido oficialista perdería poder pero conservaría la mayoría absoluta.

    Respecto a la situación económica en la que deja el país asegura que deja una economía estable y en crecimiento y que «el menor de los problemas es la deuda y que el próximo gobierno se encargará de renegociarla».

    En cuanto al voto migrante, Rafael Correa recordó que el voto en Estados Unidos hubiese sido con abrumadora mayoría para Alianza País pero los ecuatorianos sufrieron el miedo a ser deportados por Donald Trump.

    Sobre el escándalo de corrupción de Odebrecht y como salpica en Ecuador, el presidente en funciones aseguro que se habla de una lista y preguntó dónde estaba porque él también quería verla e insistió en que la Fiscalía ecuatoriana es independiente.

    Por último se despidió sonriendo con un «nos vemos en la victoria del 2 de abril».