La recaudación para cancelar los gastos ordinarios de los condominios en las residencias de la Gran Caracas ha bajado significativamente como consecuencia de los bajos sueldos y pensiones de los propietarios e inquilinos, aseguraron fuentes del sector que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
Varias empresas administradoras de inmuebles alertaron sobre la elevada morosidad en los condominios, debido a que la gente no paga las cuotas mensuales.
«Ese dinero es necesario para cubrir los gastos regulares de mantenimiento a los ascensores y bombas de agua, la limpieza de los espacios comunes y la cancelación de los servicios como agua, electricidad y aseo urbano, entre otros», explicó un consultado.
«La morosidad en los edificios está entre 40% y 60% y no es porque la gente no quieren pagar, sino porque no puede», sostuvo un representante de una junta de condominio en El Paraíso.
«Otro problema son los residentes que se han ido del país y no cancelan el condominio,” expresó otro consultado de una residencia en San Antonio de Los Altos.
Vecinos destacaron que el ingreso familiar, así como las pensiones y las remesas del exterior, apenas alcanzan para cubrir los gastos de la comida, por lo que el condominio pasa a un segundo plano.
«Varias veces hemos tenido que apelar a convencimiento de pago con la junta y la administradora para no retrasarnos con esa obligación que es necesaria para que el edificio este en buenas condiciones», refirió un residente en San Bernardino.
Actualmente, las mensualidades por condominio rondan entre 20 millones y 80 millones de bolívares -esta última en los casos de residencias con áreas verdes- pero están sujetas a ajustes periódicos por la inflación.
«Si pagar el condominio resulta difícil, las cosas se complican más cuando surgen gastos extraordinarios para reparaciones mayores de un ascensor, la bomba de agua, la rotura de un tubo principal o el destape de la cañería central», reveló un integrante de una junta de condominio en La Urbina.
Un vecino de una torre en Los Caobos recordó: «Ya vamos para tres años con un solo ascensor funcionando porque no se ha logrado reunir la plata para reparar el otro. Ese trabajo lo cobran en dólares y el monto aumenta constantemente».
Las fuentes indicaron que muchos edificios hacen grandes esfuerzos de reducción de gastos. De allí que ahora no tengan conserjes ni personal de vigilancia.
«Los locales comerciales representan un aporte importante para el condominio; sin embargo, con la crisis económica y la pandemia han cerrado muchos negocios y los que permanecen abiertos también se retrasan en el pago de las mensualidades», afirmó un empleado de una administradora.