A 57 subió el número de muertos después de un nuevo y sangriento enfrentamiento entre dos facciones criminales rivales, en una remota cárcel del interior del estado amazónico de Pará, ubicado en el norte de Brasil.
Al término de más de cinco horas de motín, las autoridades confirmaron que al menos 57 reclusos del Centro de Recuperación Regional de Altamira, en el sureste del estado, han perdido sus vidas, según reseñó la agencia EFE.
Reportan que 16 fueron decapitados y los otros 41 murieron asfixiados a raíz del humo que se propagó por diversos espacios del complejo carcelario, después de que los atacantes se encerraran en un salón e incendiaron el local.
Se trata de la mayor masacre en presidios brasileños en lo que va de 2019.
Próximamente, 10 de los 16 líderes identificados de las dos facciones enfrentadas serán transferidos a penitenciarias federales y otros 46 detenidos a diferentes prisiones del estado.