Alcadesa de Baltimore por poco olvida el martillazo de inicio de la Convención

    0
    292

    Los demócratas iniciaron este lunes su Convención Nacional para elegir a Hillary Clinton como su candidata a la Casa Blanca, en medio de la polémica por unos correos que han revelado estrategias del partido para debilitar la campaña de Bernie Sanders en favor de la exsecretaria de Estado.

    La convención, que se prolongará hasta el jueves en el pabellón deportivo Wells Fargo de Filadelfia, convertirá oficialmente este martes a Clinton en la primera mujer que aspira a la Presidencia del país por uno de los dos grandes partidos.

    Clinton aceptará formalmente la candidatura para medirse al republicanoDonald Trump en las elecciones de noviembre con un discurso que cerrará la convención el jueves por la noche y que será presentado por su hija, Chelsea.

    La convención ha comenzado en medio del escándalo por la filtración por parte del portal WikiLeaks de correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (DNC, en inglés), que ha provocado la renuncia de su presidenta,Debbie Wasserman Schultz.

    Wasserman Schultz dejará su cargo cuando concluya la convención después de que Sanders, quien fue rival de Clinton en el proceso de primarias demócratas, exigiera su renuncia por la filtración de WikiLeaks, que desveló estrategias del partido para debilitar la candidatura del senador en favor de la ex primera dama.

    El lugar de Wasserman Schultz en la apertura de la convención lo ocupó lasecretaria del DNC, Stephanie Rawlings-Blake (alcaldesa de Baltimore), quien se encargó de dar el martillazo de inauguración a las 16.19 hora local (20.19 GMT), después de la actuación de un coro compuesto por afroamericanos.

    En la primera anécdota de la convención, la alcaldesa casi se olvida de dar el famoso golpe con el que se da por inaugurada el cónclave.

    Mientras, el senador Sanders pidió a sus seguidores que voten por Clinton con el fin de vencer en las elecciones de noviembre al candidato presidencial republicano, Donald Trump, al que llamó «bravucón» y «demagogo».