Las industrias de alimentos y otros productos de primera necesidad experimentan un respiro en sus operaciones debido a que el Ejecutivo les asignó cupos de plástico importado, aseguraron fuentes del sector que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
«El problema de estas asignaciones de materia prima es la discrecionalidad aplicada mediante esa política», expresó un consultado.
Sin embargo, admitió que el cupo, aunque sea en volumenes inferiores a las necesidades reales de producción, representa un alivio porque el precio de ese plástico es menor al que pagan por los volúmenes remanentes adquiridos al valor internacional.
Una fuente recordó que en 2020 las cotizaciones internacionales del plástico se dispararon más del doble por la parálisis de grandes plantas petroquímicas de etileno y poliestireno en el mundo.
«Venezuela perdió la oportunidad de aprovechar esa subida de precios porque las plantas de etileno y polipropileno de Pequiven -ubicadas en el complejo petroquímico El Tablazo (estado Zulia) están paradas desde 2018», dijo.
Un consultado destacó que las empresas venezolanas de productos no prioritarios importan el plástico, fundamentalmente desde Colombia, al precio internacional que todavía sigue en alza, lo cual impacta el precio de los productos al consumidor final.
«Antes de 2020, el costo del plástico representaba para las industrias 30%, ahora ronda 40%», explicó.
Las fuentes revelaron que todas las transacciones, tanto de los cupos del Ejecutivo como las importaciones directas, son en divisas, principalmente dólares.