Los venezolanos redujeron bruscamente el consumo de proteína animal (carne de res, cerdo, pollo y huevos) en los últimos años como consecuencia de la pérdida del poder adquisitivo del salario para cubrir el gasto de las necesidades alimentarias del grupo familiar.
Para compensar la caída de las ventas, los negocios de productos cárnicos se vuelcan a dar ofertas más atractivas a los consumidores, como los combos, aseguraron comerciantes de Caracas que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
En ese sentido, las entradas de los establecimientos están empapeladas con las ofertas de distintas opciones a los potenciales compradores. Los combos contienen diferentes cortes y peso. «El combo ayuda un poco a levantar las ventas aunque la gente suele llevarse los cortes más económicos como panza, corazón, lengua y huesos rojos para sopa», contó el encargado de un local en San José.
«Suelo llevarme un combo de pollo (con patas incluido) y otro de carne por 12 dólares. Esa provisión tiene que durar más de un mes, compensándola con granos, pasta, arroz y vegetales», narró un ama de casa en la avenida Panteón.
Otra vecina, con un grupo familiar de seis miembros, que vive en Candelaria expresó: “Lo importante es que los niños y los abuelos coman algo de proteína la mayoría de las veces que se pueda».
“Lo que más rinde es comprar queso blanco rallado, huevos y mortadela. Esta última la preparo guisada y es una alternativa. Una se las va ingeniando para estirar el presupuesto», reveló otro consumidor.
Los consultados señalaron que los locales de los mercados municipales también han adoptado los combos para atraer clientela. «No es que se venda muchísima carne, pero con los combos la mercancía va saliendo», dijo un comerciante en el centro de Caracas.
Cada combo tiene su nombre: por ejemplo trazas de res, sopero, mondonguero o parrillero, según el tipo de corte con precios a partir de 5 o 6 dólares en adelante.
Los gremios productores del país han alertado que el consumo de proteína animal del venezolano se redujo más de 60% los últimos años y el índice sigue en picada.