Goiás se revela como el estado brasileño del turismo termal

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    Con 360 hoteles en Caldas Novas y más de 12.000 camas en la pequeña ciudad de Rio Quente, que cuenta tan sólo con unos 4.000 habitantes, la región recibe cerca de 3 millones de turistas al año, principalmente nacionales, del interior de Brasil.

    La oferta hotelera crece cada año y el temor de algunos visitantes es que puedan convertirse en ciudades fantasma si el interés turístico decae.  Actualmente, el servicio hotelero da empleo a  2.100 trabajadores de la localidad de Rio Quente, lo que supone el 75% de la población.

    Lejos del turismo de sol y playa demandado a lo largo y ancho del país por brasileños y foráneos, el Estado de Goiás ofrece una alternativa de ocio hasta ahora poco conocida por el turismo internacional y en parte también por el nacional, a excepción de los visitantes de Sao Paulo, Brasilia y del propio estado de Goiás, como es la oferta termal y de parques acuáticos que inundan la región.

    Caldas Novas, a 170 kilómetros de la capital del Estado, Goiania, está considerada como la mayor estación termal del mundo. Durante mucho tiempo se creyó que las aguas termales provenían de un volcán. Pero, en realidad el proceso se debe a la geotermia o lo que es lo mismo el agua de lluvia que se infiltra en la tierra formando grandes reservorios, en ellos el calor del magma de la tierra calienta el agua que vuelve a la superficie por causa de la presión.

    En alta temporada, el mes de julio, los hoteles pueden llegar casi al 100% de la ocupación resultando difícil encontrar una plaza hotelera si no se ha reservado con antelación.