La migración de cerca de 5 millones de venezolanos podría ser una de las causas por las que han disminuido los índices de crímenes comunes en el país, lo que genera la sensación de contar con mayor seguridad que años anteriores. Sin embargo, esto también ha provocado que se incremente el crimen organizado, en los que eventualmente participan funcionarios de los distintos cuerpos de seguridad, explicaron expertos en criminología y seguridad.
En Venezuela se vive una política del exterminio, dijo Mirla Pérez, investigadora del Centro de Investigaciones Populares. Explicó que, de acuerdo con recientes estudios del Observatorio Venezolano de Violencia, entre 2018 y 2019 los homicidios se redujeron de 28.000 a 16.000, una media que disminuyó de 80 a 60 asesinados por cada 100.000 habitantes.
Luis Izquiel, abogado penalista y criminólogo, añadió que la delincuencia en Venezuela es difícil medirla porque no se ofrecen cifras oficiales, pero asegura que la disminución en gran medida de los casos de homicidios y hampa común tiene que ver con que cerca de 20% de la población ha migrado. Esto incluye a los victimarios, que posteriormente han sido detenidos en flagrancia en los países donde se han establecido; como es el caso de Perú.
No es que ha mejorado el sistema de seguridad, es que muchos de los delincuentes han migrado. Los integrantes del Tren de Aragua migraron casi todos a Perú, agregó Pérez. También parte de esta disminución tiene que ver con las ejecuciones extrajudiciales que, además de ser una violación a los derechos humanos, ha dado de baja a muchos de los criminales, complementó Izquiel.
Ambos expertos coinciden en que la delincuencia ha mutado y el crimen organizado ha aumentado principalmente por la situación económica. La extorsión y el secuestro estudiado han aumentado exponencialmente, porque ahora los delincuentes no pueden arriesgarse a cometer secuestros exprés dado que muchas de las víctimas no tienen la posibilidad de pagar un rescate en dólares.
Pérez habló de la polarización de los venezolanos en cuanto al poder adquisitivo. Hoy vemos mega bandas delincuenciales que han mutado y se han centralizado, cada vez tienen más poder. El delincuente común de barrio tiene cada vez menos acceso a las armas o sus municiones.
Descomposición de la seguridad
Existe una descomposición de los cuerpos de seguridad en Venezuela que es percibido por todos los ciudadanos y se expresa en la desconfianza del venezolano hacia estos funcionarios, de los que se ha comprobado que muchos de ellos están incursos en delitos, afirmó Izquiel.
Explicó que la descomposición ocurre cuando priva la politización del cuerpo de seguridad por encima del profesionalismo de sus funcionarios. Se ha comprobado que algunos funcionarios de la FAES hacen vida en los llamados colectivos, como se supo tras el operativo en el que fue asesinado Óscar Pérez, recordó Izquiel.
Pérez, quien frecuentemente recorre el país, contó que recientemente en una visita al municipio Arismendi, del estado Sucre, descubrió que: Hay zonas tomadas por la delincuencia organizada, encabezada por militares y funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado. Esto también ha inducido el aumento de suicidios y la letalidad provocado por estos uniformados. Un tercio de las muertes violentas han sido producidas por los cuerpos de seguridad, porque vivimos en medio de una política de exterminio.
Mantente alerta
Si bien el hampa común ha registrado una disminución en comparación a los últimos 2 o 3 años, los venezolanos no deben descuidar su seguridad y mantenerse alerta a las situaciones violentas que siguen ocurriendo día y noche en el territorio nacional.
Desde tomar medidas de seguridad como restringir los horarios y las zonas para circular por las calles de su localidad, hasta el empleo de técnicas de protección privadas y costosas, como la contratación de personal de escolta. La adquisición de cámaras de seguridad o blindaje de los vehículos pueden ser algunas de las formas también de protegerse.
Ante la indefensión de los cuerpos del Estado, el ciudadano ha buscado proveerse por sí mismo su propia seguridad, dijo Izquiel. Es importante tomar en cuenta la movilidad del individuo, aunque siempre puede haber imprevistos como lo sucedido el miércoles en la autopista Francisco Fajardo. En un país tan inseguro el ciudadano debe cuidar los lugares y las horas en las que se desplaza y si va a visitar un sector que no conoce, tratar siempre de andar con alguien que sea de la zona que pueda mantenerlo alerta, finalizó Pérez.
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