Activistas, trabajadores y miembros de la comunidad están recorriendo varios estados del oeste de Estados Unidos y la frontera con México para llevar un claro mensaje: los inmigrantes no tienen miedo y no van a ceder a las amenazas de la administración de Donald Trump.
Petra Ramirez, de 80 años y oriunda de Guadalajara, se convirtió en el rostro más significativo de la caravana conformada por ocho buses repletos de activistas. La mexicana de figura menuda y cálida sonrisa quiere que los inmigrantes aprendan de su lucha de 50 años en Estados Unidos, que a pesar de las circunstancias logró conformar una familia y aún se mantiene en pie en la lucha.
En Los Angeles, la caravana desafió al Alguacil del Condado de Los Ángeles, Jim McDonnell, para que deje de ayudar a las autoridades de inmigración en los operativos de arrestar a indocumentados.
El alguacil es hijo de inmigrantes irlandeses y pese a que ha dicho que simpatiza con la causa no ha terminado con la alianza con los federales.
Los activistas se dirigen hacia Arizona, Nuevo México y Texas, donde realizarán actos de desobediencia civil. La caravana culminará el día Primero de Mayo, cuando se unirán al paro y gran marcha nacional en defensa de los inmigrantes.
