Las heridas del 30 de septiembre de 2010 siguen abiertas en
Ecuador. Los sucesos que iniciaron como una revuelta policial que rechazaba el
veto presidencial contra la Ley de Servicio Público dejaron al menos 10 muertos
y 300 heridos.
El periodista y analista Emilio Palacio relató que ese día
el expresidente Rafael Correa arrastró a la población hacia una emboscada que
dejó víctimas. Aseguró que el exgobernante intentó someter a la policía para
ponerla a merced de su régimen.
Sentenció que el gobierno de Lenín Moreno puede dar un salto
histórico garantizando justicia a los familiares de los caídos y procediendo a
liberar a los presos políticos procesados por esta causa.