El primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-ocha, ordenó a todas las agencias estatales que colaboren en aliviar la catástrofe causada por las inundaciones en el sur del país, que llevan 25 muertos y más de millón de afectados.
El gobierno dispuso de 4.000 soldados para las labores de auxilio a la población, especialmente en las aldeas que se encuentran incomunicados.
Las fuertes precipitaciones ocasionaron daños en la infraestructura de 218 carreteras y 59 puentes.