Los venezolanos hemos demostrado, una y otra vez, que la unidad en tiempos difíciles es nuestra mayor fortaleza. Este sentimiento se evidencia en el apoyo incondicional que le brindamos a la Vinotinto en cada partido, en cada torneo y en cada eliminatoria mundialista. En este arranque de la Copa América, con la clasificación a cuartos de final ya asegurada, los hogares de todo el país se llenan de felicidad y orgullo. Sabemos, mejor que nadie, el gran esfuerzo que ha conllevado para Venezuela dejar atrás la etiqueta de «Cenicienta», superando innumerables tropiezos para convertirse en una nación cada vez más competitiva en el mundo del futbol.
A lo largo de los años, la selección nacional ha enfrentado innumerables desafíos. Hemos experimentado derrotas dolorosas y momentos de tristeza que nos han puesto a prueba. Sin embargo, con perseverancia y trabajo duro, la Vinotinto ha mejorado paulatinamente. Hoy, nuestros jugadores no se dejan intimidar por nadie, y su espíritu de constante superación nos inspira a todos.
De esta forma, el fútbol, con sus altas y bajas, nos enseña lecciones valiosas que podemos aplicar en otros ámbitos de la vida. En el fútbol, como en la vida, es esencial trabajar en equipo, mantener la determinación y nunca rendirse, incluso cuando las circunstancias son adversas. Así como nuestra selección ha superado obstáculos y ha mejorado con el tiempo, los venezolanos podemos unirnos y trabajar juntos para reconstruir nuestro país.
La Vinotinto ha demostrado que, con esfuerzo, dedicación y unidad, es posible alcanzar metas que antes parecían inalcanzables. Golear a Uruguay en Montevideo en el conocido “Centenariazo” del 2004, ganarle a Argentina en aquel mítico partido del 2011 en el José Antonio Anzoátegui, o tener un gran ritmo en estas eliminatorias sudamericanas que nos pueden llevar a nuestro primer mundial.
De la misma manera, nosotros como ciudadanos debemos unir nuestras fuerzas para lograr un cambio político. No debemos dejar que las dificultades nos desanimen, sino que debemos enfrentarlas con la misma pasión y determinación que nuestros jugadores muestran en la cancha. La unidad y solidaridad son claves tanto en el fútbol como en la política. Así como los jugadores de la Vinotinto se apoyan mutuamente y trabajan juntos hacia un objetivo común, nosotros, los venezolanos, debemos unirnos para construir un futuro mejor.
El próximo 28 de julio, en las elecciones presidenciales, tenemos la oportunidad de mostrar esta unidad y determinación en las urnas. Así como celebramos las victorias de nuestra selección, podemos celebrar el cambio político votando masivamente a favor de un futuro mejor. No debemos dejarnos intimidar por quienes intentan mantenernos en el pasado, sino que debemos mirar hacia adelante y trabajar juntos para construir el país que merecemos.
El fútbol nos enseña a nunca rendirnos, a mantener la esperanza y a luchar hasta el último minuto. Pelé lo tenía bastante claro: “El éxito no es un accidente. Es trabajo duro, perseverancia, aprendizaje, estudio, sacrificio y, sobre todo, amor por lo que estás haciendo o aprendiendo a hacer”. Unidos, con esfuerzo y determinación, podemos superar cualquier obstáculo y construir el país que todos soñamos. Juntos este 28 de julio vamos a ganar con una goleada histórica.