Luego de dos días de fuertes protestas, que dejaron al menos un muerto, decenas de heridos y detenidos, cientos de comercios saqueados, tres bancos incendiados y pérdidas millonarias, el presidente Nicolás Maduro reculó y decidió prorrogar hasta el 2 de enero de 2017 la vigencia del billete de 100 bolívares, que había salido de circulación el pasado 15 de diciembre por orden suya.
En la segunda jornada de manifestaciones los saqueos continuaron en Maracaibo, estado Zulia, y se extendieron a otras localidades, como La Fría en Táchira, y Ciudad Bolívar, donde las las autoridades decidieron decretar un toque de queda que restringe el derecho al libre tránsito de peatones y vehículos particulares hasta el próximo lunes. Mientras en Caracas, miles de personas continuaron haciendo una larga fila para intentar cambiar los billetes de 100 Bs en el Banco Central.
La ola de manifestaciones se produjo como consecuencia de la falta de efectivo en las calles. El Gobierno había prometido para 15 de diciembre la entrada en circulación del nuevo cono monetario, pero no ocurrió así. Los billetes de 500 bolívares nunca aparecieron. Maduro aseguró ser víctima de una «conspiración internacional» que impide la llegada del nuevo papel moneda al país.
La Conferencia Episcopal Venezolana acusó al Ejecutivo de tomar medidas que agravan la crisis y afectan a los más pobres.
