Luego del antecedente del manzanazo, pasaron sólo 20 días para que la insólita modalidad de regalar la producción como forma de reclamo, se repitiera en la icónica Plaza de Mayo de Buenos Aires, Argentina.
La Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) regaló 2 toneladas de lechuga, acelga y repollo para rechazar los bajos precios de esos productos. Cientos de personas aguardaron durante varias horas para recibir un poco de alimento en el llamado verdurazo, jubilados y ciudadanos sin empleo, fueron protagonistas de una vigilia que se extendió en una fila que superó el kilómetro de longitud.
La última gran crisis que vivió la Argentina a finales de los años 90, le dio pie al reclamo «piquetero», cortar la calle y obstaculizar el libre tránsito para visibilizar el descontento. Quince años más tarde, los problemas se repiten y el reclamo social vuelve a estar en el centro de la escena pero la protesta tiende a cambiar su forma: «regalar para protestar» un leiv motiv que parece, llegó para quedarse.
