Susana Díaz, la mujer que podría resucitar al PSOE

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    La dirigente de los socialistas de Andalucía Susana Díaz se lanzó a la carrera por dirigir a los socialistas españoles (PSOE) y competirá por ello con el anterior líder, Pedro Sánchez y con el expresidente el Congreso de los Diputados Patxi López.

    López presentó oficialmente su candidatura a las primarias que decidirán el nombre del nuevo secretario general del PSOE en un acto en el que se presentó como la mejor opción para reconciliar a un partido que desde hace años vive tiempos convulsos y cada vez con menor apoyo electoral.

    Díaz (1974) quiso hacer una demostración de fuerza y, para ello, se rodeó de algunas de las figuras más representativas del socialismo español, entre ellos los dos presidentes de Gobierno democráticos, Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, y varios dirigentes actuales de las federaciones territoriales del partido.

    «No voy a pedir el voto de la nostalgia, el rencor, ni el resentimiento», sino el de la «esperanza» y la «ilusión» para recomponer al PSOE, que desde octubre pasado es dirigido por una gestora después de la renuncia de Sánchez.

    Sánchez saltó tras quedar en minoría en los órganos directivos en su defensa del «no» al conservador Mariano Rajoy, que por entonces aspiraba a la reelección como jefe del Ejecutivo, que finalmente obtuvo gracias a la abstención socialista.

    Las primarias se celebrarán en mayo y el Congreso Federal del PSOE ratificará a mediados de junio la elección del nuevo líder entre los tres aspirantes, que ahora recorren el país para explicar su proyecto a los cerca de 180.000 militantes.

    Casi una cuarta parte de ellos, unos 40.000, están adscritos a la federación andaluza, lo que en principio parece otorgar ventaja a Díaz si es capaz de aglutinarlos tras ella con el añadido de que numerosos dirigentes territoriales también han anunciado su voto favorable.

    Sin embargo, la historia reciente del más que centenario PSOE ha deparado sorpresas cuando la militancia se ha rebelado contra los candidatos que contaban con el apoyo explícito del «aparato».

    Esa es la esperanza de Sánchez (1972), efímero secretario general (2014-16) en el peor período electoral de los socialistas.

    Consciente de que el respaldo del PSOE a Rajoy como jefe del Ejecutivo – aunque fuera a través de la abstención – genera malestar en la militancia de base, Sánchez hace valer su «no es no» de hace unos meses al PP para presentarse como el candidato que rechaza las políticas conservadoras y quiere situar al partido como referente de la izquierda.

    El aspirante afirmó hoy en un acto público que solo hay dos opciones para el PSOE: «La del siglo XX y la abstención a Mariano Rajoy o la del siglo XXI y un partido de izquierdas, creíble y autónomo».

    Sin aludir a Díaz y a sus destacados acompañantes Sánchez subrayó que el cambio en el PSOE «no vendrá de dirigentes que nos hablan desde arriba, sino desde los que nos hablan al mismo nivel y tienen en cuenta la voluntad de la bases».

    El tercer candidato es Patxi López (1959), presidente de la región del País Vasco entre 2009 y 2012 y del Congreso de los Diputados durante unos meses en 2016 y que ahora parece haber quedado difuminado en el pulso entre sus otros rivales.

    En un acto de su campaña, López pidió a sus contrincantes celebrar debates para confrontar sus propuestas, aunque él -que se abstuvo en la votación sobre Rajoy- ya avanzó hoy que quiere trabajar para la «reconstrucción» del PSOE y que sea «a gran referencia» de la izquierda.