La policía confirmó que hay 22 muertos y 59 heridos en una explosión en el Manchester Arena, al norte de Reino Unido, en un concierto de la cantante de pop de la Florida Ariana Grande, que se realizó la noche del 22 de mayo.
La primer ministra de Inglaterra, Theresa May calificó el incidente como un ataque terrorista que iba contra los jóvenes. «Los terroristas nunca ganarán», dijo en una rueda de prensa en Downing street.
La Reina Isabel II emitió un comunicado lamentando los hechos los cuales calificó de «barbarie».
Aunque las investigaciones asoman un posible ataque suicida, pues se habla de que quien estalló la bomba murió, hay un joven de 23 años detenido que pudiera estar implicado en estos ataques.
Durante el incidente se produjo una evacuación masiva de la Arena, donde habían unas 20,000 personas.
Joseph Carozza, representante de la disquera de Grande en Estados Unidos, dijo que la cantante se encuentra ilesa.
Una asistente al concierto, Sasina Akhtar, dijo a The Manchester Evening News que había ocurrido una explosión en la parte trasera de la arena después de la última canción.
Vimos chicas ensangrentadas, todo el mundo estaba gritando y la gente corría, dijo.
