El intempestivo ajuste a la tabla salarial de los empleados públicos y la pensión del Seguro Social es calificado por sindicalistas y pensionados como un irrespeto de la administración de Nicolás Maduro.
«El aumento de la pensión ni el retroactivo alcanzan para comprar una medicina», aseguró Jesús Pérez, de 72 años de edad. Explicó que los 2 millones de bolívares que cobro el viernes no cubren los 3 millones de bolívares de un clister de pastillas para la tensión.
«Los reales se me fueron en comprar dos paquetes de areparina, un poquito de patas de pollo y algo de verduras. Maduro nos mata de hambre», expresó Luisa Contreras, de 80 años de edad.
Empleados públicos, jubilados y pensionados cuestionaron los aumentos de la semana pasada, además de la forma solapada como el Ejecutivo los realizó.
«No hubo ningún anuncio, sino una serie de rumores en las redes sociales. Una versión indicaba que la pensión subía a 4,5 millones de bolívares y otra a 1,2 millones. Al final quedo la segunda», señaló Carlos Julio Rivera, vicepresidente de la Asociación de Jubilados y Pensionados del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.
Resaltó que los casi 5 millones de beneficiarios del IVSS cobran «una pensión de hambre y en un intento para que la gente vote el 6D tiran esos aumentos que dan vergüenza».
Johnny Magdaleno, directivo de la Federación de Trabajadores del Estado Carabobo (Fetracarabobo), alertó que en la parte de los salarios «todos los venezolanos ganan fallo, pues el ingreso no alcanza para cubrir las necesidades más básicas del grupo familiar, obligando a la gente al rebusque en la economía informal».
El sindicalista preciso que los sueldos de los empleados públicos y las pensiones representan los montos más bajos.
Con el reciente ajuste del Ejecutivo a las escalas de sueldo de la administración pública, el primer nivel quedo en 1,2 millones de bolívares igual que la pensión.
Esto hace pensar, refirió Magdaleno, que ese es el monto del nuevo salario mínimo, pues «hasta ahora no hay un anuncio oficial ni publicación en Gaceta».
De todas maneras, el dirigente advirtió que 1,2 millones de bolívares dan para comprar 1 o 2 productos de la canasta alimentaria y hay que olvidarse de las medicinas.
Dentro de la tabla salarial de los empleados públicos, los bachilleres ganan entre un mínimo de 1,2 millones y un máximo de 1,8 millones de bolívares.
Para los funcionarios TSU (Técnico Superior Universitario) y egresados de universidad, las escalas quedaron en un mínimo de 2 millones y 2,9 millones de bolívares y un máximo de 2,4 y 3,6 millones de bolívares, respectivamente.
«Los empleados públicos son los trabajadores peor pagados en Venezuela», sostuvo Magdaleno. Precisó que, pese a la crisis económica y la fuerte contracción de las actividades, el sector privado paga bonos y otras compensaciones que garantizan a sus trabajadores ingresos entre 20 y 100 dólares al mes.
«Esos montos son insuficientes frente a la elevada inflación, pero muy superiores a lo que devengan los pensionados y los empleados públicos, incluso con el último ajuste a la tabla salarial que representa entre 2 y 3 dólares ahora porque en unos días se pulverizara el poder adquisitivo de esos venezolanos», dijo el representante de Fetracarabobo.
Insistió en que la mayoría de los trabajadores en Venezuela viven en pobreza extrema al comparar sus ingresos con los parámetros de la Organización Internacional del Trabajo. La OIT establece que las personas con ingresos de 1 a 2 dólares diarios son pobres extremos.
No olvide ver nuestros reportajes en: www.hispanopost.com