Chef propone “una buena mesa” para reconciliar a Venezuela

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    El chef venezolano Édgar Leal exhibe en su currículum no sólo estar al frente de uno de los mejores restaurantes de Caracas –llamado con su apellido “Leal”- sino que su formación y trayectoria de 30 años, que se cumplen en 2017, incluye haber estado al frente de “Cacao”,  ubicado en Coral Gables, que llegó a ser durante los primeros años de los 2000 el mejor restaurante de Miami. No obstante, su notoriedad no sirvió para escapar de los embates de la crisis financiera que estalló en Estados Unidos a finales de 2008 y se extendió durante todo 2009.

    Édgar Leal forma parte de la generación de cocineros venezolanos que a mediados de los años 90 se dio a conocer con el Restaurante Ara, lo que permitió que en Venezuela se instaurara la moda de cocinar y de formarse como chef entre jóvenes de ambos sexos.

    Estudió en el Culinary Institute of America de Nueva York, trabajó en el emblemático El Bulli en España con un de los chef más  del mundo como es Ferrán Adriá, también en Casa Carmona en Andalucia y en el Café de París de Montecarlo en el Principado de Mónaco.

    Admite que la situación de escasez de alimentos que hay en Venezuela es un obstáculo para preparar los platos, pero prefiere hablar de reto y desafío antes de utilizar la palabra problema, elude quejarse y más bien opta por ver el lado positivo de las cosas: por ejemplo, el uso del ingenio para cocinar con lo que hay, el hecho de que se están elaborando productos de calidad en el país, de que haya un rescate de los platos nacionales con novedosas presentaciones, y que Caracas –pese a todo- siga siendo una capital con gente que gusta del buen comer.

    No duda en comentar que las diferencias y reconciliaciones se logran en “una buena mesa”, de allí que se sume a la tesis de expertos en gastronomía que sugieren que en toda negociación familiar, laboral, económica o política se requiere que “una buena mesa” sea el lugar de encuentro con deliciosos platos y tragos, y que detrás de ellos esté un equipo dirigidos por un buen chef que no grite.